EL PRÍNCIPE PABLO DE RUMANIA ES RECONOCIDO COMO MIEMBRO DE LA CASA REAL DE RUMANIA.

Dinastía de Rumania. Bucarest, Rumania. 15 de febrero de 2012. El máximo tribunal de Rumania ha reconocido al Príncipe Pablo de Hohenzollern como nieto legítimo del ex Rey Carol II, poniendo fin a una batalla legal de 21 años. Pablo ha afirmado que fue excluido ilegalmente de la familia real por su tío, el ex Rey Miguel I, quien fue Monarca de Rumania dos veces. No estaba claro qué efecto tendría el fallo y si Pablo reclamaría propiedades de la familia real. Pablo dio la bienvenida a la decisión el miércoles como una cuestión de "honor para mi familia". La decisión no da derechos dinásticos, según un comunicado emitido por la Casa Real de Rumania. El Rey Miguel es el único que tiene algo que decir en cuestiones dinásticas en la familia, y sólo sus miembros actuales pueden usar el título de Príncipe de Rumania, según el comunicado. La disputa entre Miguel y Pablo se centra en torno a una historia de amor de más de un siglo de antigüedad, cuando el heredero al trono de Rumania, el Príncipe Carol, quien es el padre de Miguel, se casó en secreto con Zizi Lambrino, una aristócrata rumana en 1918. Sin embargo, su matrimonio morganático fue anulado por el Tribunal Supremo del país en 1919. A partir de este enlace de corta duración, nació un niño, Mircea Grigore, que fue considerado como un hijo ilegítimo. El primer hijo de Carol, Mircea, presentó una solicitud ante un tribunal de Lisboa en 1955, exigiendo ser reconocido como hijo legítimo de Carol. Su petición fue concedida. Cuando el comunismo terminó en 1989, un tribunal rumano reconoció la sentencia pronunciada en Lisboa, pero Miguel hizo un llamamiento en tres ocasiones. Luego que el matrimonio con Lambrino se disolvió, Carol se casó con la Princesa Elena de Grecia, quien le dio un hijo, Miguel, el último Rey de Rumania. Él fue Rey desde 1927 hasta 1930, y luego desde 1940 a 1947. Abdicó al trono luego de que los comunistas rumanos amenazaran con matar a 1.000 jóvenes rumanos si no renunciaba al trono. Miguel pasó su vida en el exilio en Suiza y Gran Bretaña. Los gobiernos rumanos han tratado a menudo a Miguel, el único líder sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, con sospecha y desprecio. El presidente Traian Basescu ha calificado la abdicación de Miguel como "un acto de traición a la patria" y se negó a asistir a un discurso pronunciado por el Monarca en octubre con motivo de su 90 cumpleaños. Sin embargo, muchos rumanos respectan al ex Rey, y lo ven como una figura patriótica que tiene más dignidad que los políticos enfrentados de la nación. "Espero que lo que pasó hoy sea un primer paso hacia la reconciliación y la paz en la familia real", dijo Pablo de Rumania. Pablo, de 64 años de edad, y su esposa Lia tiene un hijo, Carol Fernando, nacido en 2010. El Rey Miguel de Rumania ha decidido romper el vínculo histórico y dinástico con la casa de Hohenzollern y renunciar al título de Hohenzollern-Sigmaringen, para formar la Dinastía de Rumania, nacional e independiente. El lazo se rompió por temor a que la casa de Hohenzollern reclamase la jefatura de la Casa Real de Rumania tras la futura muerte del Rey Miguel I. Miguel y su esposa, la Princesa Ana de Borbón-Parma, tienen cinco hijas, siendo la mayor, la Princesa Margarita, la actual Heredera al trono.