PRINCESA EMMA DE WALDECK Y PYRMONT. REINA CONSORTE Y REGENTE DE LOS PAISES BAJOS.

Emma de Waldeck y Pyrmont. Nació el 02 de agosto de 1858 en Arolsen, Alemania. Emma fue uno de los siete hijos del Príncipe Jorge de Waldeck y Pyrmont y de la Princesa Helena de Nassau-Weilburg. Durante su infancia vivió en una casa amplia, cómoda y bajo la fe católica. Antes de trasladarse a los Países Bajos, Emma estudió inglés e historia. La Princesa conoció a su futuro esposo, el Rey Guillermo III de Holanda el 30 de septiembre de 1878 en Arolsen, para el festejo de los 120 años de la fundación de la ciudad. La pareja se casó el 07 de enero de 1879 en Arolsen, Alemania. De dicho matrimonio nació una única hija, Guillermina, el 31 de agosto de 1880. Guillermo tenía edad como para ser el padre, e incluso el abuelo de Emma. Durante los primeros años de su matrimonio, la Reina Emma llevó una vida sin preocupaciones. Le gustaba trabajar la madera, incluso había montado un taller en Utrecht, Holanda. Pero su ocupación principal era educar a su hija Guillermina. En 1884 murió el Príncipe Alejandro, hijo menor de Guillermo y su primera esposa, Sofía. Con ese acontecimiento, ya no quedaban hijos de su primer matrimonio y en virtud de la Constitución ahora la Princesa Guillermina era la Heredera al trono. La Asamblea de los Estados Generales nombraron el 29 de julio de 1884 a la Reina Emma como Regente. A causa del deterioro de la salud del Rey, la Reina Emma fue nombraba el 14 de noviembre de 1890 por los Estados Generales Regente de su marido. Pocos días después, el 23 de noviembre de 1890 muere el Rey Guillermo III de Holanda. Emma asumió el cargo de Regente de su hija, el 08 de diciembre de 1890, hasta la mayoría de edad de su hija en 1898. La Reina continuó en lo posible con la misma línea de gobierno de su marido. Pero a diferencia del difunto Rey, respetó rigurosamente las normas de la monarquía constitucional. El Gran Ducado de Luxemburgo fue perdido por la corona holandesa debido a que por entonces una mujer no podía heredar el trono gran ducal y por tanto le fue entregado a un pariente de la Reina, Adolfo. Emma estaba abierta a escuchar a cualquier persona que lo deseara. Además de sus tareas gubernamentales, ella siguió muy de cerca la educación de su hija y futura Reina. A pesar de que la Reina viuda vivía su tercera década de vida, su aspecto la hacía parecer mucho mayor y su salud era frágil. Otra de sus ocupaciones favoritas era cuidar de los enfermos y contribuir con donaciones. En 1898 su hija Guillermina se convirtió en la Reina Guillermina I de los Países Bajos y Emma se retiró a su residencia. La Reina Emma de los Países Bajos murió el 20 de marzo de 1934 en Den Haag, a causa de una neumonía. Fue sepultada en la ciudad de Delft, Países Bajos.