martes, 30 de junio de 2009

DUARTE NUÑO DE BRAGANZA. DUQUE DE BRAGANZA.


Don Duarte Nuño de Braganza. Pretendiente al título de Duque de Braganza. Nació el 23 de septiembre de 1907 en el castillo de Seebenstein, Austria. Hijo del Infante Miguel de Braganza y de la Princesa María Teresa de Löwenstein-Wertheim-Rosenberg. Nieto por vía paterna del Rey Miguel I de Portugal. Su padre había sido exiliado junto con su familia por orden de la Reina María II de Portugal, acusado de usurpación del trono real. El Emperador Francisco José I de Austria-Hungría, declaró territorio portugués al castillo de Seebenstein, a fin de que los nacidos en dicho lugar no perdieran el derecho al trono portugués, ya que las leyes que regían en Portugal establecían que sólo los nacidos en tierra portuguesa podía ascender al trono. La familia de Duarte Nuño formaba la rama miguelistas de la Dinastía de los Brangaza. Los miguelistas eran los descendientes del segundo hijo del Rey Miguel I de Portugal, quienes rivalizaban con los descendientes de la sobrina de dicho Rey, la Reina María II de Portugal. En 1919 murió el Infante Francisco de Portugal, hermano mayor de Duarte Nuño, y en 1920 su otro hermano mayor, el Infante Miguel de Braganza renunció a sus derechos dinásticos a fin de casarse de forma morganática con una ciudadana estadounidense. A fin de facilitar la reconciliación entre las dos ramas de la Casa Real portuguesa, el Infante Miguel de Braganza, padre de Duarte, renunció en favor de su hijo a sus derechos a la Corona. En 1921 Duarte Nuño y su madrina y Regente, la Infanta Adelgunda de Portugal, Duquesa de Guimaraes, publicaron un Manifiesto para una futura restauración de la Monarquía portuguesa. A partir de ese momento, tanto Duarte Nuño como el Rey Manuel II de Portugal, bisnieto de la Reina María II de Portugal, vieron la necesidad de llegar a un acuerdo que eliminara las diferencias entre las dos ramas de la familia de los Braganza. El 17 de abril de 1922 se firmó el Pacto de Paría, en el cual se reconocía a Manuel II de Portugal como único Rey de Portugal, y al Príncipe Duarte Nuño como Heredero del Rey, ya que éste no tenía descendencia. Con este pacto se llegó a la unidad de los movimientos monárquicos portugueses. Con las muertes del Infante Miguel de Braganza y del Rey Manuel II de Portugal, en 1927 y 1932 respectivamente, la gran mayoría de los movimientos monárquicos portugueses se unificaron para apoyar a Duarte Nuño. El último acto de reconciliación se produjo en 1933, cuando la Reina Amalia de Olreans, viuda del Rey Carlos I de Portugal y madre del Rey Manuel II de Portugal, recibió en audiencia a Duarte Nuño. Duarte Nuño recibió una educación eminentemente portuguesa encargada a dos institutrices lusitanas, María Castelo y María de Sousa-Prego. Posteriormente recibió estudios por parte del fraile Estevao del monasterio de Cucujaes. A pesar de todo, recibió formación en las escuelas de la Abadía de Ettal en Baviera, Alemania y en la abadía de Clairvaux en Francia. Posteriormente se licenció como ingeniero agrónomo en la Universidad de Toulouse, Francia. El año 1929, Duarte Nuño realizó un viaje secreto a Portugal, ya que no podía entrar por la ley de exilio de la familia del Rey Miguel I de Portugal, instaurada el año 1834. El 15 de octubre de 1942 Don Duarte Nuño, Príncipe Heredero de Portugal, se casó en la Catedral de Petrópolis, Brasil, con la Princesa María Francisca de Orleáns-Braganza, hija del Príncipe Pedro de Alcántara de Brasil. De dicho matrimonio nacieron tres hijos: Duarte Pío actual Jefe y Heredero al trono de Portugal, Miguel y Enrique. La boda entre Duarte Nuño y la Princesa María Francisca aportó legitimidad a la causa de Duarte Nuño por las múltiples vinculaciones históricas entre los Braganza de Brasil y los de Portugal. El 27 de mayo de 1950, la Asamblea Nacional portuguesa anuló las leyes de exilio de 1834 y de 1910. A pesar de todo, Duarte Nuño no retornó hasta el año 1952, luego de un importante accidente automovilístico en Thionville. Desde 1952, Duarte Nuño habitó en una residencia portuguesa que le facilitó la Fundación Casa de Braganza y mantuvo una disputa dinástica con Doña María Pía de Sajonia-Coburgo-Gotha y Braganza. A pesar de los intentos del dictador Antonio de Oliveira Salazar de restaurar la Monarquía, este prefirió mantenerse como jefe del estado hasta su muerte. El año 1974, Duarte Nuño cedió su residencia del Palacio de San Marcos a la Universidad de Coimbra trasladándose a vivir al Monasterio de Vila Visosa, al sur del país, con su hermana, la infanta Felipa de Braganza, donde murió el 24 de diciembre de 1976. Fue sepultado en el monasterio agustino en Vila Viçosa, lugar tradicional de sepultura de los Duques de Braganza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gostei muito do blogue, mas falta uma figura importante da família real portuguesa, a Infante Dona Adelaide de Bragança, tia de D. Duarte Pio e última neta viva de El Rei D. Miguel I.
Nascida no exílio, foi condenada à morte pelo regime nazi, não tendo a pena sido executada por intercessão de Salazar.