PRINCIPE CRISTIAN DE DINAMARCA.

Cristian de Oldenburg. Nació el 10 de abril de 1603 en el castillo de Copenhague, Dinamarca. Hijo del Rey Cristian IV de Dinamarca y de Ana Catalina de Brandenburgo. Como su hermano mayor, Federico, había muerto en 1599, con menos de un año de edad, Cristian era el Heredero de la Corona. En ese tiempo, Dinamarca era una monarquía electiva, donde el poder de elección era llevado a cabo por el Consejo Privado danés. Sin embargo, durante la vida del Rey, éste podía designar un Heredero, influyendo fuertemente en la futura elección del Consejo. En 1625, Dinamarca se aventuró en la Guerra de los Treinta Años. Con el Rey Cristian IV al mando en el campo de batalla, el Príncipe Cristian se instaló como Jefe de gobierno, pero al mismo tiempo lucho también en el frente de batalla. En enero de 1632 fue nombrado Gobernador General de Schleswig y Holstein. También recibió Laaland y Falster. En 1633 fue comprometido con Magdalena Sibyla de Sajonia, hija de Juan Jorge I, Elector de Sajonia y de Magdalena Sibyla de Prusia. La boda tuvo lugar el 05 de octubre de 1634 en Copenhague. El matrimonio no tuvo hijos, y residió en el castillo de Nykøbing Falster. Cristian no estuvo muy involucrado en la escena política en esta etapa de su vida. Cristian se ganó la reputación de perezoso, y alcohólico. Estaba muy endeudado, a pesar de los intentos de su padre de pagar parte de sus deudas. Cristian murió el 02 de junio de 1647, en un castillo en Gorbitz, cercano a Dresde, a los 44 años de edad. Su cuerpo fue sepultado en la Iglesia de Nuestra Señora de Copenhague. En 1655 sus restos fueron trasladados a las tumbas de la catedral de Roskilde. Como consecuencia de su repentina muerte, se abrió un debate respecto de quién sería el próximo Rey de Dinamarca. Christian IV no informó quien sería su nuevo heredero. En su lugar, convocó a una reunión de los estados, antes de su muerte en febrero de 1648. El único hijo vivo del Rey producto de su patrimonio con Ana Catalina era el Príncipe Federico. Pero además, el Rey tenía varios yernos, incluso dentro del Consejo Privado, tales como Corfitz Ulfeldt y Aníbal Sehested. Finalmente, ese mismo año, Federico fue coronado como el Rey Federico III de Dinamarca, pero debió garantizar el sistema de monarquía electiva, en oposición a la monarquía hereditaria.