María Josefa de Braganza. Nació el 30 de abril de 1644 en Lisboa, Portugal. Hija natural del Rey Juan IV de Portugal y de una mujer no identificada. María se dedicó a la vida religiosa, ingresando al convento de religiosas de San Juan de las Carmelitas Descalzas en Carnide, el 25 de marzo de 1650. Fue respetada y apreciada por sus virtudes, inteligencia y educación. Cuando su padre murió en 1656, se sumió en una profunda tristeza, se cortó su cabello y desde entonces vistió el hábito de carmelita descalza. En su testamento del 02 de noviembre de 1656 el Rey reconoció a su hija y le entregó la merced de la Orden de Santiago, las localidades de Torres Vedras y collares y, Azinhaga y Carterton. Ordenó que se le entregara 50.000 cruzados en efectivo, para establecer su hogar. El nuevo Rey Alfonso VI de Portugal confirmó la donación, por decreto del 18 de noviembre, y el Rey Pedro II de Portugal, en una carta de fecha 25 de noviembre de 1677, le otorgó el tratamiento de Alteza, reafirmando las disposiciones de la voluntad de su padre. Sin embargo, María eligió permanecer en el convento, y mantener su vida humilde. Fundó la Iglesia de Santa Teresa de las Carmelitas descalzas Carnide el 15 de octubre de 1662, y completada 15 años después. María Josefa murió el 07 de febrero de 1693 en el convento de Carnide, donde está sepultada. En su testamento dejó el patrocinio de dos conventos a su hermano, el Rey Pedro II, y su casa a su sobrina, la Infanta Isabel Luisa, hija de Pedro II, entregada a su cargo, el 21 de febrero de 1687, quien disfrutó de su compañía hasta su muerte.
lunes, 26 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario