Luisa Augusta de Oldenburg. Nació el 07 de julio de 1771 en el Palacio Hirschholm en el actual municipio de Hørsholm, Dinamarca. Oficialmente era hija del Rey Cristian VII de Dinamarca y de la Princesa Carolina Matilde de Inglaterra. Sin embargo, extraoficialmente se acepta ampliamente que su padre biológico era Johann Friedrich Struensee, médico real del Rey y Regente de facto del reino al momento de su nacimiento. Tras la detención de Struensee y de la Reina Carolina Matilde, el 17 de enero de 1772, y la posterior ejecución de Struensee y el destierro y encarcelamiento de su madre, fue criada en la corte danesa en el Palacio de Christiansborg, Copenhague, junto con su hermano de tres años de edad, el Príncipe Heredero Federico, bajo la supervisión de la Reina viuda Juliana María. Los hermanos tuvieron una relación muy estrecha durante toda su vida, y fue a petición de Federico que ella accedió a casarse, a pesar de que no estaba entusiasmada con el candidato. Fue el mejor amigo de su hermano, y él desarrolló un fuerte resentimiento hacia Juliana Maria cuando ella trató de separarlos. Su futuro esposo, el Príncipe Heredero de Augustenborg, el Duque Federico Cristian II de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg, estaba muy relacionado con todas las familias importantes de la alta nobleza de Dinamarca. El 27 de mayo de 1786 en el palacio de Christiansborg, Luisa Augusta se casó con Federico Cristian. Su esposa era hijo de Federico Cristian I, Duque de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg, y de la Princesa Carlota de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Plön. La pareja vivió en la corte danesa en Copenhague durante muchos años hasta que el incendio del Palacio Christiansborg de 1794 y la muerte del Duque mayor de Augustenborg, suegro de Luisa Augusta, hicieron que la pareja se trasladara al Ducado heredado por Federico Cristian. Vivieron en Dinamarca durante los inviernos y en Augustenburg durante los veranos. El matrimonio tuvo tres hijos: Carolina Amalia, casada con el Rey Cristian VIII de Dinamarca; Cristian Augusto, Duque de Holstein-Sonderburg-Augustenburg, casado con la Condesa Luisa de Danneskjold-Samsoe; y Federico Emil, Príncipe de Noer. Los esposos eran disímiles: mientras Luisa Augusta era extrovertida, alegre, hermosa y amante del placer, su esposo no era atractivo, serio, interesado en la filosofía y la política. Se dice que ella tuvo muchos amantes, entre ellos el doctor Carlos Fernando Suadacini, quien le trataba la infertilidad y se cree que fue el padre de sus hijos, aunque esto no puede ser probado. Durante el conflicto entre su marido y su hermano, sobre todo en la relación a los Ducados de de Schleswig-Holstein, la Duquesa permaneció fiel a la Casa Real Danesa. En 1810 trabajó activamente para detener los intentos del Duque de ser elegido como sucesor en el trono de Suecia. Su relación con su esposo se deterioró con el tiempo, limitándole legalmente su influencia sobre el futuro de sus hijos. Federico Cristian murió el 14 de junio de 1814, y Luisa Augusta tomó el control de las fincas Augustenborg y la educación de los hijos. La finca fue entregada a su hijo mayor, Cristian Augusto, a su regreso de una extensa gira por extranjeros en 1820. A partir de entonces residió en el Castillo de Augustenborg, donde estableció una corte de excéntricos. Tenía una relación cercana y cálida con su hija y su yerno, pero no así con sus hijos varones. La Duquesa murió en Augustenborg el 13 de enero de 1843, a los 71 años de edad. Entre los Monarcas reinantes en la actualidad, sólo el Rey Carlos XVI Gustavo de Suecia es un descendiente directo de Luisa Augusta. También descienden de ella, el ex Rey Constantino II de los Helenos, y la Reina Sofía de España.
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