Juan Carlos de Braganza. Nació el 06 de marzo de 1821 en Río de Janeiro, Brasil. Hijo del Emperador Pedro I de Brasil y de la Archiduquesa Leopoldina de Austria. Siendo el primer Heredero masculino de la corona portuguesa, recibió el título de Príncipe de Beira, que hasta entonces había pertenecido a su hermana mayor Doña María da Gloria. A su muerte, con poco menos de un año, el título vuelve a su hermana, que se convertiría en la futura Reina María II de Portugal. El Príncipe Juan Carlos murió el 04 de febrero de 1822 en Río de Janeiro, siendo su cuerpo sepultado en el mausoleo del Convento de San Antonio. Su muerte se atribuye a la famosa maldición de los Braganza. Dicha maldición es un mito, citado por muchos cronistas acerca de las familias gobernantes de Brasil y Portugal. Según se cuenta, todo comenzó durante el reinado del Rey Juan IV de Portugal, en el siglo XVII, cuando el Monarca habría atacado a un fraile franciscano propinándole patadas luego de que éste le hubiera pedido limosna. En respuesta, el fraile maldijo al rey diciendo que nunca un primogénito de la Dinastía de los Braganza viviría lo suficiente como para acceder al trono. De hecho, a partir de entonces, todos los primogénitos varones murieron antes de gobernar. Un siglo después de la maldición, Don Juan VI y Doña Carlota Joaquina de Borbón, Reyes de Portugal, tratando de revertir la maldición, realizaban visitas anuales a los monasterios franciscanos en Lisboa y Río de Janeiro, sin embargo no dio resultado. Coincidentemente, con raras excepciones, el primogénito de las Dinastías de los Braganza, ya como familias no reinantes de Portugal y Brasil, murieron antes de convertirse en Jefes de Dinastía. Las víctimas fueron: el Obispo Teodosio, hijo mayor del Rey Juan IV de Portugal, que murió a los 19 años de edad; Don Juan, hijo mayor de Don Pedro II de Portugal; Don Pedro, hermano mayor del Rey José I de Portugal; Don José, hijo mayor de Doña María I y Don Pedro III de Portugal; Don Antonio Pío, hijo mayor de Juan VI de Portugal, que murió a los 6 años de edad; Don Miguel, hijo mayor de Pedro I de Brasil y IV de Portugal; el Obispo Luis Felipe, hijo mayor del Rey Carlos I de Portugal, quien fue asesinado junto con su padre el 01 de febrero de 1908. El crimen provocó la caída de la Monarquía portuguesa, el 05 de octubre de 1910. La maldición siguió actuando incluso luego de la separación de los tronos de Brasil y Portugal en 1822: Pedro Alfonso, hijo mayor del Rey Don Pedro II de Brasil, muriendo con 2 años de edad. Muchos apuntan a la falta de un Heredero varón como causa de la caída de la Monarquía en Brasil. A causa de estó, todos los primogénitos que murieron durante el período de la monarquía brasileña fueron enterrados en el Convento de San Antonio de los frailes franciscanos, como una forma de arrepentimiento por la agresión de su antepasado. A pesar de que la maldición se refería a los primogénitos varones, algunas mujeres fueron también "víctimas" de esta desafortunada coincidencia. Tal es el caso de Luisa Victoria, hija mayor de Doña Isabel, Princesa Imperial de Brasil, muerta en 1874, y de Doña María Amelia, hija mayor de Don Pedro I de Brasil, quien murió a los 21 años de edad, a causa de la tuberculosis. Don Pedro V de Portugal, hijo mayor de Doña María II, fue una de los pocos que escapó a la muerte, convirtiéndose en Rey de Portugal a los 16 años en 1853. Sin embargo, murió unos años más tarde, en 1861, a los 24 años, de la fiebre tifoidea. Don Carlos I, hijo mayor de Don Luis I, fue también otra excepción a la maldición durante la monarquía en Portugal, siendo asesinado junto a su hijo mayor, Don Luis Felipe, en 1908. En relación con Doña Isabel, su hijo mayor, Don Pedro de Alcántara, no murió prematuramente, pero renunció a sus derechos dinásticos. Su hermano Don Luis María Felipe fue nombrado Príncipe Imperial de Brasil, pero no pudo ascender a la condición de Emperador de jure, porque murió poco después debido a un reumatismo óseo grave contraído durante su participación en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial. Pedro Luis, hijo mayor de Don Antonio y cuarto en la línea de sucesión al trono de Brasil, desapareció en el Océano Atlántico, debido al accidente del Vuelo 447 de Air France el 31 de mayo de 2009.
martes, 8 de febrero de 2011
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