PRINCESA ANA AMALIA DE PRUSIA.

Ana Amalia de Hohenzollern. Ana Amalia de Hohenzollern. Nació el 09 de noviembre de 1723 en Berlín, Prusia. Hija del Rey Federico Guillermo I de Prusia y de la Princesa Sofía Dorotea de Hannover. La Princesa intentó huir de su casa a los siete años de edad, luego de ser humillada por su padre, al no permitirle estudiar música. Por lo tanto, pudo estudiar sólo luego de la muerte de su padre. La música era su consuelo contra la crueldad con que era tratada por el Rey Federico Guillermo de Prusia, quien a menudo la arrastraba de los pelos. Ana aprendió a tocar el clavecín, la flauta y el violín, animada por su madre. Ella, al igual que su hermana Luisa Ulrika, eran candidatas a ser esposa del Príncipe Heredero de Suecia. Sin embargo, los emisarios suecos eligieron a Luisa, a pesar de que el Rey de Prusia prefería a Ana, ya que era mucho más influenciable. En 1743, la Princesa se casó en secreto con el Barón Federico von der Trenck, hombre cuyas aventuras inspiraron obras de grandes literatos como Víctor Hugo y Voltaire. Cuando su hermano, que había ascendido al trono en 1740, se enteró del hecho y de que estaba embarazada, la envió a la Abadía de Quedlinburg, lugar donde muchas mujeres de la aristocracia fueron enviadas para dar a luz a niños fuera del matrimonio. El matrimonio fue anulado a petición de su hermano, el Rey Federico II de Prusia, y von der Trenck fue encarcelado por diez años. Sin embargo, Ana mantuvo correspondencia con él hasta su muerte en 1787. Ana se convirtió en la Abadesa de Quedlinburg en 1755, haciendo de ella una mujer rica. Optó por pasar la mayor parte de su tiempo en Berlín, donde se dedicó a la música, y llegó a ser conocida como patrona de la música y compositora. Como compositora logró una modesta fama y fue conocida por sus obras de cámara pequeña. En 1758, Ana comenzó un estudio serio de la teoría musical y la composición. Sólo unas pocas de sus obras han sobrevivido, y es probable que ella hubiera destruido muchas de sus composiciones. La Princesa Ana Amalia de Prusia murió el 30 de marzo de 1787 en Berlín, a los 63 años de edad.