María de la Paz de Borbón y Borbón. Nació el 23 de junio de 1862 en Madrid, España. Hija de la Reina Isabel II de España y del Infante Francisco de España. La relación entre el Rey y sus hijos era fría y formal. Su madre, estaba ocupada con su turbulento reinado y en su vida privada alternó períodos de gran afecto hacia sus hijos y períodos de distancia hacia ellos, costumbre de la época. Según los historiadores, el padre biológico de la Infanta Paz, fue el diplomático y político Miguel Tenorio de Castilla, secretario de la reina Isabel II durante varios años. Paz probablemente llegó a saber quién era su verdadero padre. En 1890, en su vejez, Tenorio de Castilla se instaló en una suite en el ala sur del castillo de Nymphenburg, la residencia de Paz. Vivió allí durante veintiséis años hasta su muerte el 11 de diciembre de 1916. Él legó todos sus bienes a la Infanta, quien los aceptó como su heredera universal. En el ambiente formal de la Corte española, las Infantas poco tiempo pudieron pasar al lado de sus padres. En 1868, cuando sólo tenía seis años, Paz y su familia abandonaron España, tras la revolución que le costó el trono a la Reina. Se exiliaron en Francia. Isabel II se instaló en París con sus hijos, mientras que el Rey se fue a vivir a Epinay. Paz se educó junto con sus hermanas Pilar y Eulalia, en el Sacré-Coeur, una escuela católica dirigida por monjas. Recibió su primera comunión en Roma por medio del Papa Pío IX. En 1874, el hermano de Paz, Alfonso XII, fue restaurado en el trono en lugar de su madre, la Reina Isabel II. Tres años más tarde Paz regresó a España con sus hermanas Pilar y Eulalia. Primeramente vivió con su madre en El Escorial, pero posteriormente se trasladó al Alcázar de Sevilla. Cuando Isabel II regresó definitivamente a París, Paz y sus hermanas se trasladaron al Palacio Real de Madrid con su hermano el Rey. La educación de las tres Infantas fue puesta bajo la supervisión de su hermana mayor, la Infanta Isabel. Paz estaba estrechamente ligada a su hermana Pilar, quien era sólo 1 año mayor. En 1879 Pilar, que tenía una salud delicada, falleció repentinamente. De los cinco hijos de la Reina Isabel que superaron la infancia, Paz era la más parecida a su madre. A diferencia de sus hermanas Isabel y Eulalia, Paz no tenía una fuerte personalidad. Era sencilla, amable y servicial. Romántica y artística, era muy aficionada a escribir poemas y también fue una hábil pintora. De niña, estudió historia de España y tocaba el arpa. También era una devota católica. En la primavera de 1880, se llevaron a cabo los planes para casar a la Infanta María de la Paz con el Príncipe Luis Fernando de Baviera, su primo hermano. Cuando en el otoño de 1880 finalmente los jóvenes se conocieron, la Infanta lo encontró poco atractivo y se negó a casarse con él. Fernando no perdió la esperanza, y luego de dos años y a falta de otra oferta matrimonial, la Infanta aceptó la propuesta de su primo. El matrimonio tuvo lugar en la capilla del Palacio Real de Madrid el 02 de abril de 1883. En Baviera la pareja se estableció en el castillo de Nymphenburg a las afueras de Munich. El marido de Paz fue un gran melómano, tocaba el violín con la Orquesta Real de Munich. Además de seguir una carrera militar, llegando a los niveles más altos, practicó la medicina que había estudiado en la Universidad de Munich. Evitó las intrigas de palacio, no le gustaba la vida de la corte, por lo que prefirieron vivir tranquilamente con sus tres hijos en el castillo de Nymphenburg. De dicho matrimonio el Príncipe Fernando, casado con la Infanta María Teresa de España; el Príncipe Adalberto, casado con la Condesa Augusta de Seefried; y la Princesa Pilar de Baviera. El Príncipe Luis Fernando de Baviera y la Infanta Paz dedicaron buena parte de su tiempo a obras de caridad. Desde Baviera, la Infanta Paz seguido la vida de su familia española a través de cartas con su hermana Isabel. El enlace de Paz con su país natal se reforzaron tras el matrimonio de su hijo mayor el Príncipe Fernando de Baviera con su prima la Infanta María Teresa, hija de Alfonso XII. Luego de la primera guerra mundial, y tras la caída de la Monarquía bávara, a la Infanta y su familia, se les permitió seguir viviendo en Nymphenburg. La fortuna familiar se redujo drásticamente, pero la Infanta aún recibía una pensión como miembro de la familia real española. Ella realizó visitas esporádicas a España, alojándose en el palacio real de Madrid. Tras el derrocamiento de su sobrino Alfonso XIII en 1931, Paz perdió su mensualidad. Su vida en Alemania se restringió aún más con la llegada de Hitler al poder en enero de 1933. A diferencia de la rama principal de la familia real de Baviera, se opusieron abiertamente al régimen nazi. El hijo de Paz, Adalberto, y sus nietos Alejandro y Constantino sirvieron en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial hasta que fueron obligados a abandonar, cuando Hitler se volvió contra los Príncipes alemanes. Los oficiales de la Gestapo vigilaban su casa y las cartas enviadas a España era leídas antes de ser despachadas. El 04 de diciembre de 1946 en Munich, la Infanta María de la Paz, Princesa de Baviera, cayó accidentalmente por las escaleras y murió unas horas más tarde. Tenía 84 años de edad. Su cuerpo fue sepultado en la cripta real en la iglesia de San Miguel en Munich. Su marido le sobrevivió por tres años más.
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