Pedro de Braganza. Nació el 02 de diciembre de 1825 en Río de Janeiro, Brasil. Séptimo hijo del Emperador Pedro I de Brasil y de la Archiduquesa María Leopoldina de Austria. A la edad de 5 años, el Príncipe se convirtió en el Emperador Pedro II de Brasil. Su padre había abdicado al trono el 07 de abril de 1831, tras violentas protestas en Brasil por la intervención del país en la guerra civil desatada en Portugal. Como resultado de la intervención de Pedro I en Portugal, para 1834, dos de sus hijos ocupaban los dos tronos de habla portuguesa: María II en Portugal y Pedro II en Brasil. Durante su minoría de edad, una serie de Regentes administró ele país, de conformidad con la Constitución. El 23 de julio de 1840, el Parlamento del Imperio del Brasil, declaró la mayoría de edad de Pedro y abolió la regencia. Aunque sólo tenía 14 años, ya tenía reputación de ser prudente, y el Parlamento Imperial esperaba que su popularidad sofocara las revueltas que habían sacudido durante la década de 1830. El Emperador Pedro II, fue consagrado y coronado el 18 de julio de 1841. Don Pedro se casó el 04 de septiembre de 1843 en Río de Janeiro, Brasil, con su prima, la Princesa Teresa de Borbón Dos Sicilias, hija menor del Rey Francisco I de las Dos Sicilias. De dicho matrimonio nacieron cuatro hijos: Alfonso, Isabel, Leopoldina y Pedro. Pedro II reinó como Emperador de Brasil por 49 años. Durante ese período logró estabilidad económica y progreso mediante el fomento de la producción de café en reemplazo del azúcar. Comenzó con la industrialización del Imperio, pavimentó las primeras rutas, construyó el primer ferrocarril a vapor, un cable submarino de telégrafo y la introducción del teléfono. Luchó contra la pobreza y el analfabetismo mediante el establecimiento de escuelas primarias y secundarias especializadas y universidades en todo el país. Creó el Instituto Brasileño de Geografía e Historia. El Emperador promovió la cultura de su país subvencionando a artistas y escritores. Fundó bibliotecas. Su régimen fue apoyado durante 40 años a causa de su liderazgo y su compasión por el pueblo brasileño. Pedro tomó medidas para poner fin a la esclavitud, pero el proceso fue gradual. En 1871 aprobó la ley de vientre libre estableciendo que los niños nacidos de mujeres esclavas serían libres al nacer. La abolición definitiva llegó con la Ley de Oro, firmada en ausencia de Pedro II por su hija, la Princesa Isabel, el 13 de mayo de 1888, liberando a 700.000 esclavos sin ningún tipo de compensación para sus dueños. El Soberano también estudió guaraní, el idioma indígena más hablado en el siglo XIX en Brasil. Fue muy respetado por los brasileños de todos los estratos sociales como un Monarca ilustrado, que gobernó en forma racional y moderada. Su relación con la Iglesia Católica Romana fue difícil debido a su oposición en 1872 a las leyes anti-masónicas. A pesar de ser un Monarca ilustrado, Pedro II, mantuvo un amplio poder sobre el gobierno brasileño, ya que presidió más de 36 gabinetes. En virtud de la Constitución brasileña de 1824, el Emperador tenía derecho a vetar leyes, disolver la cámara baja del poder legislativo y convocar a nuevas elecciones. Pedro II en general respetó los deseos del electorado e hizo todo lo posible para mediar entre los partidos conservadores y liberales. Estos partidos representaban a los terratenientes, provocando protestas en las clases más bajas del Brasil. La inesperadamente larga y costosa guerra de 1865-1870 contra Paraguay, también disminuyó la popularidad del Monarca. Independientemente de sus efectos negativos, la guerra tuvo un impacto significativo en la política, ya que fortaleció y solidificó las relaciones con Argentina, y modernizó el ejército brasileño. A raíz de la Guerra con el Paraguay, la Monarquía fue vista por algunos como un obstáculo a la modernización y al crecimiento económico. La abolición de la esclavitud en Brasil fue un acto que irritó a toda la clase adinerada del Imperio. Un golpe de Estado militar el 15 de noviembre de 1889 derrocó la Monarquía. El Emperador y su familia se exiliaron en Europa, y Brasil se convirtió en una República tras la Constitución de 1891. Pedro II murió el 05 de diciembre de 1891, en París, Francia. El gobierno de Francia dio un funeral de estado al viejo Emperador. Al mismo tiempo, la República del Brasil censuró todos los detalles de la muerte y sepultura de Don Pedro de Braganza, Emperador de Brasil. Su esposa y sus restos fueron trasladados a Brasil en 1920, y colocados en una Capilla en la ciudad de Petrópolis.
jueves, 2 de abril de 2009
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