sábado, 23 de agosto de 2008

LEOPOLDO II DE BELGICA.


Leopoldo de Sajonia-Coburgo y Gotha. Nació el 09 de abril de 1835 en Bruselas, Bélgica. Segundo hijo del Rey Leopoldo I de Bélgica y de la Princesa Luisa María de Francia. Leopoldo se casó con la Archiduquesa María Enriqueta de Austria-Hungría el 22 de agosto de 1853 en Bruselas, Bélgica. De dicho matrimonio nacieron hijos: Luisa, Leopoldo, Estefanía y Clementina. También era padre de dos hijos extramatrimoniales: Luciana y Felipe, su madre era una prostituta, Blanca Lacroix, con quien se casó el 12 de diciembre de 1909 en el Palacio Real de Laken, en una ceremonia religiosa sin la validez conforme a la ley belga, 5 días antes de su muerte. En política interior, Leopoldo se ocupó de la defensa militar y de mantener el país neutral en los conflictos internacionales. Sin embargo fue incapaz de obtener una ley de servicio militar obligatorio universal hasta su lecho de muerte. El Rey Leopoldo II de Bélgica murió el 17 de diciembre de 1909, y fue sepultado en la bóveda real del Palacio de Laeken, Bruselas, Bélgica. Al momento de su muerte, su único hijo varón ya había fallecido por lo que lo sucedió su sobrino Alberto en el trono de Bélgica. Leopoldo fue muy criticado por su régimen colonial en África, más precisamente por su forma de gobernar en lo que hoy es el Congo. El Rey fervientemente creía que las colonias extranjeras eran la llave a la grandeza de un país y trabajó infatigablemente para adquirir territorios coloniales para Bélgica. Ni el pueblo belga ni el gobierno estuvo interesado en ello, por tanto Leopoldo consiguió colonizar África con recursos privados. El gobierno belga le prestó dinero para dicho emprendimiento. En 1876 organizó un holding privado disfrazado como una asociación científica y filantrópica internacional, que llamó Sociedad africana Internacional. Contrató al famoso explorador Henry Stanley para establecer una colonia en la región del Congo. Por medio de maniobras diplomáticas en la Conferencia de Berlín de 1884-85, donde se reunieron representantes de catorce países europeos y Estados Unidos, Leopoldo II obtuvo la soberanía de la mayor parte del territorio reclamado como suyo en África. El 5 de febrero de 1885, se creó el Estado libre del Congo. Lo obtenido era 76 veces más grande que Bélgica, donde el Rey era libre de gobernar como amo y señor. Inmediatamente se obligó a la población local a realizar trabajos forzados en particular en la industria del caucho. Los abusos iban desde la esclavitud hasta las mutilaciones de miembros para intimidar a los esclavos negros. Vivían en condiciones miserables y en total abandono, pero todo era válido si con ello las arcas del Rey se llenaban a un ritmo sorprendente. Se cree que durante su reinado perdieron la vida más de 10 millones de nativos. Los informes de la escandalosa explotación civil y de los abusos de derechos humanos llevaron a movimientos de protesta internacional a principios de los años 1900, tiempo en el cuál las presiones internacionales obligaron a Bruselas a poner un alto al genocidio. Sin embargo los mismos países que protestaron tales como Francia, Alemania y Portugal, tuvieron un trato similar hacia los nativos en sus propias colonias. Finalmente, en 1908, el Parlamento belga obligó al Rey a traspasar el Estado libre del Congo a Bélgica. Si bien al Rey Leopoldo II de Bélgica se lo recuerda por su genocidio en el Congo, que lo llevó a ser abucheado cuando su féretro fue llevado por las calles de Bruselas el día de su funeral, muchas gente comienza a recordarlo también por sus aportes al Reino. Con mucho de lo obtenido en el Congo, Leopoldo llevó a cabo muchas construcciones tales como Palacios e infraestructuras para desarrollar la economía belga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todos los beneficios a Bélgica que pueda haber aportado el rey Leopoldo II, estarán siempre ensombrecidos por los crímenes que se cometieron con su anuencia en el Congo. Este rey le hizo un flaco favor a su país, cargándolo con el pecado de esas matanzas. Es el karma de Bélgica y de los descendientes de Leopoldo...