Elena Vladimirovna Romanova. Nació el 17 de enero de 1882 en Tsarskoe Selo, Rusia. Hija del Gran Duque Vladimir Alexandrovich de Rusia y de la Duquesa María de Mecklenburg-Schwerin. Elena y sus tres hermanos, Kirill, Boris, y Andrei, tenían una niñera de inglesa y por tanto el inglés se convirtió en su lengua materna. La joven tenía gran temperamento y a veces se ponía fuera de control. Elena estuvo inicialmente comprometida con el Príncipe Max von Baden, pero el joven finalmente renunció a dicha unión. La madre de Elena se puso furiosa y la sociedad comenzó a hablar sobre la dificultad de Elena para encontrar marido. Durante el año 1899, a los diecisiete años de edad, Elena supuestamente iba a comprometerse con el Archiduque Francisco Fernando de Austria, Heredero al Trono del Imperio Austro-Húngaro. Sin embargo, Francisco Fernando se casó por amor con la Condesa Sofía Chotek, matrimonio que no fue del agrado del Emperador Francisco José I. Por su parte, el Príncipe Nicolás de Grecia le propuso matrimonio por primera vez en 1900, pero la madre de Elena se mostró reacia a permitir que su hija se casara con el hijo menor y con pocas probabilidades de acceder al trono, del Rey de Grecia. Finalmente María accedió a que Elena se casara con Nicolás el 29 de agosto de 1902 en Tsarskoe Selo, Rusia, luego de que se convenciera de que no tendría otras ofertas mejores para su hija. Su temperamento y arrogancia irritó a algunas personas en la corte griega, pero su matrimonio fue feliz. De dicho matrimonio nacieron tres hijas: la Princesa Olga de Grecia y Dinamarca, casada con el Príncipe Pablo de Yugoslavia; la Princesa Isabel de Grecia y de Dinamarca, casada con el Conde Carlos Teodoro de Toerring-Jettenbach; y la Princesa Marina de Grecia y Dinamarca, casada con el Príncipe Jorge, Duque de Kent. Tras la revolución rusa de 1917 y la caída de la monarquía, y los posteriores disturbios en Grecia, que la convirtió en una república, la familia se estableció en Francia. Durante su estancia en Francia, la Gran Duquesa Elena se involucró profundamente en obras de caridad para los exiliados rusos, en particular los niños. Cortos de dinero, debido a su exilio de Grecia y a la pérdida de sus ingresos de Rusia, el Príncipe Nicolás y su familia vivieron modestamente, pero sin dejar de ser elegantes. La fabulosa colección de joyas de Elena, así como obras de arte del propio Nicolás, fueron sus fuentes de ingresos. Debido a su situación económica precaria, fue una gran hazaña para la familia casar a sus tres hijas con gente rica y de la realeza. La Gran Duquesa Elena Vladimirovna se convirtió en viuda a principios de 1938, tras un ataque cardíaco de su marido. Ella permaneció en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, muriendo el 13 de marzo de 1957 en Atenas, Grecia, a los 75 años de edad. Legó su biblioteca personal a la Escuela Anavryta.
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