María Luisa de Borbón. Nació el 15 de julio de 1737 en Versalles, Francia. Hija del Rey Luis XV de Francia y de María Leszczynska. En la Corte era conocida como Madame Luisa. Sobrevivió a su padre, madre, y a todos sus hermanos, a excepción de sus dos hermanas mayores, Adelaida y Victoria. Fue criada en la Abadía de Fontevraud con otras tres hermanas: Victoria, Sofía y Teresa. Ninguno de los proyectos de su padre respecto a su casamiento llegó a concretarse, y ella buscó refugio en el mundo religioso. En 1748, su padre le propuso casarse con Carlos Eduardo Estuardo, pretendiente al trono de Inglaterra, sin embargo María Luisa rechazó la oferta. Regresó a la corte de Versalles en 1750, donde permaneció durante veinte años, experimentando allí la muerte de su hermana mayor, Enriqueta, en 1752, los nacimientos de sus sobrinas y sobrinos, el intento de asesinato de su padre en 1757, la aparición de Madame du Barry, la construcción del Petit Trianon, la muerte de su hermana mayor, y, finalmente, la muerte de su madre, la Reina María Leszczynska. En 1770, ante el asombro general, Luisa le pidió a su padre que le permitiera convertirse en monja carmelita. Se cree que su conversión en monja fue para compensar la lasciva moral de su padre. Ese mismo año asistió a la boda de su sobrino Luis Augusto con la Archiduquesa María Antonieta de Austria. Se unió al convento de Saint-Denis, tomando el nombre de Teresa de San Agustín. Un año más tarde, en 1771, dio sus votos y fue aceptada plenamente en la orden. Fue la Madre Superiora del convento, desde 1773 hasta 1779, y un segundo periodo en 1785. Durante ese período, intercedió ante su padre para que Carmelitas austríacas perseguidas por el Emperador José II de Austria, pudieran ingresar en Francia. Cuando era niña, había sufrido un accidente que ha afectado la rodilla. Como resultado de ello, le resultaba difícil arrodillarse, aún se negaba a recibir ayuda para hacerlo. María Luisa murió en Saint-Denis, el 23 de diciembre de 1787, a causa de un problema estomacal., Su cuerpo fue sepultado en Saint-Denis, Francia. Sus restos, junto con todos los otros miembros de la familia real sepultado allí, fueron profanados durante la Revolución Francesa. El Papa Pío IX la declaró Venerable el 19 de junio de 1873.
lunes, 18 de abril de 2011
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