EMPERATRIZ CARLOTA DE MEXICO. PRINCESA CARLOTA DE BELGICA.

Carlota de Sajonia-Coburgo y Gotha. Nació el 07 de junio de 1840 en Laeken, cerca de Bruselas, Bélgica. Única hija mujer del Rey Leopoldo I de Bélgica y de la Princesa María Luisa de Francia. Cuando Carlota tenía diez años, su madre murió de tuberculosis y Carlota fue confiada a la Condesa de Hulste, una amiga cercana de la familia. El 27 de julio de 1857 en Bruselas, Bélgica, Carlota contrajo matrimonio con el Archiduque de Austria, Maximiliano de Habsburgo. En la Corte de Viena ella fue muy apreciada por su suegra, que vio en ella el ejemplo perfecto de una esposa de un Archiduque austriaco. Tiempo después, se decide dar a Maximiliano el Reino de Lombardía-Venecia. Carlota pasó varios años relativamente felices en Italia. Aunque Lombardia y Venecia estaban bajo el dominio del Imperio Austríaco, la pareja no tuvo verdadero poder, y ambos estaban impacientes por obtener algo más emocionante. A principios de la década de 1860, Napoleón III de Francia inició la intervención francesa en México. Francia, impaciente en convertir a México en un Estado satélite, buscó un testaferro adecuado para servir como Emperador nominal de México. Maximiliano aceptó la corona mexicana y la pareja viajó hacia el Nuevo Mundo. Fueron coronados el 10 de Abril de 1864. Eligieron el Castillo de Chapultepec como residencia oficial, ubicado en la ciudad de México. La nueva Emperatriz se tomó sus deberes con total seriedad y responsabilidad. El Segundo Imperio (1964/7) fue breve y agitado, debido a los choques entre la guerrilla republicana y los ejércitos imperiales mexicanos y franceses. Desde el principio los Emperadores, no pudieron equilibrar sus políticas liberales con la plataforma de los intereses conservadores que les habían llamado a gobernar. Sólo meses después de la coronación, Napoleón III comenzó a manifestar su abandono a Maximiliano. En 1866 Francia, bajo la amenaza de Prusia, la presión de los Estados Unidos y especialmente las derrotas que sufrían frente a los guerrilleros Juaristas, retiró sus tropas. Este obstáculo estratégico fue un golpe fatal a la Monarquía mexicana y el Imperio se vino abajo. La situación fue exacerbada por un bloqueo de los Estados Unidos que impidió acudir a refuerzos franceses. Carlota, decidió cruzar el océano Atlántico en búsqueda de ayuda en Europa en una tentativa desesperada de salvar el trono de su marido, entrevistándose con la nobleza europea en París y Viena, a quienes recordaba en vano el compromiso contraído cuatro años antes. El poco éxito de su petición pudo ser una de las razones por las que comenzó a mostrar síntomas de desequilibrio mental. Desde Francia, se dirigió a Trieste para descansar y después a Roma, con la intención de conseguir el apoyo papal e inclinar a los conservadores mexicanos a su causa. Acudió al Papa Pío IX, a quien imploraba un concordato para el imperio tambaleante, sin embargo, únicamente consiguió promesas vagas que la desesperaron. Desde ese momento, bajo presión, su locura fue incrementándose, con episodios de lucidez y demencia, agravados por el fusilamiento de su marido. Maximiliano fue aprehendido en Querétaro y luego de ser enjuiciado, se le condenó a muerte. La sentencia se cumplió el 19 de junio de 1867. Sus últimas palabras sobre su esposa fueron, según se informa: "¡Pobre Carlota!". El Imperio se había derrumbado después de sólo tres años. Sólo meses más tarde se le notificó lo ocurrido a la viuda enferma. El estado mental de Carlota siguió siendo pobre. Su hermano el Príncipe Felipe, Conde de Flandes, la tenía examinada por médicos, que la declararon demente. Ella pasó el resto de su vida en aislamiento, primero en el pabellón de su Palacio de Miramar, cerca de Trieste, Italia, luego en el Castillo de Tervueren y finalmente en el Château de Bouchout en Meise, Bélgica donde finalmente fallecería. Durante la Primera Guerra Mundial, su propiedad belga fue rodeada por el ejército alemán, pero la propiedad en sí misma era sacrosanta porque Austria fue uno de los aliados principales de Alemania y ella era la cuñada viuda del Emperador austriaco. Ella permaneció profundamente enamorada de su marido. Después de su muerte, ella atesoro todos los bienes sobrevivientes que habían disfrutado en común. Se convenció a si misma de que Maximiliano aun estaba vivo y pronto volvería. Se dice que ella durmió con una pequeña muñeca en su cama, quien ella llamó "Max" y llego a decir que tenían una niña llamada Carlota Maximiliana. El resto de su vida creyó que todavía era la Emperatriz de los mexicanos. Jamás regresaría al país que adopto como suyo, México. Moriría 60 años después de su amado esposo, el 19 de enero de 1927, víctima de una pulmonía, en el Château de Bouchout en Meise, Bélgica. Sigue siendo considerada en México como una figura romántica y trágica, víctima de los ires y venires de la política mundial de su época. Sus restos reposan en la cripta de la Iglesia de Laeken, lejos de los restos mortales de su marido, que descansan en la Cripta Imperial de la Iglesia de los Capuchinos en Viena, Austria. Existe la teoría de que la causa de la locura de Carlota fue debido a la ingesta de la seta teyhuinti, se dice que Carlota fue con una herbolaria de la ciudad de México a la cual le pidió ayuda para poder concebir. Llevaba oculta su identidad con un velo, pero la herbolaria la reconoció, como la herbolaria era partidaria de Benito Juárez le dio el veneno. Al teyhuinti se le conoce como “la carne de los dioses“, se emplea en soluciones muy diluidas, como un tónico, y que en infusiones muy concentradas puede producir un estado de locura permanente.