CONFIRMAN LA AUTENTICIDAD DE LOS RESTOS DEL ULTIMO EMPERADOR DE RUSIA Y DE SU FAMILIA.

Las pruebas de ADN han confirmado la autenticidad de los restos del último Zar ruso, Nicolás II, y su familia, hallados en 1979 y sepultados en 1998, anunciaron ayer expertos estadounidenses. Compararon el ADN de los presuntos huesos del Emperador con los de su hijo Alexei, los de su padre, Alejandro III y los de su primo, Andrei. "Analizamos el ADN recogido de fragmentos de huesos, los comparamos con el código genético de los familiares de Nicolás II y llegamos a la conclusión de que la similitud es del 100%", aseguró Michael Coble, jefe del departamento de investigación del Laboratorio de Reconocimiento por ADN, según las agencias rusas. Coble, que hizo estas afirmaciones durante una conferencia científica en Yekaterimburgo (Urales), añadió que los resultados de la investigación, que "superaron todas las expectativas creadas", ya han sido "entregados a los colegas rusos. La Jefa de la Casa Imperial de Rusia, la Gran Duquesa María Vladimirovna Romanova, expresó en octubre sus reservas sobre la autenticidad de esos restos, al igual que la Iglesia Ortodoxa Rusa. Según los historiadores, Nicolás II y su familia fueron vilmente fusilados por los bolcheviques en Yekaterimburgo, en la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918. Seguidamente, los bolcheviques decidieron enterrar por separado los restos -el Zar, su esposa y tres hijas bajo un puente de madera, y los de la Gran Princesa María y el Tsarevich Alexei, Heredero a la Corona, en un bosque cercano para que, en caso de ser hallados, nadie vinculara esos restos con los de la Familia Imperial. Los restos atribuidos al zar, su esposa y tres de los hijos fueron exhumados en 1991 y sepultados en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo en 1998. En agosto de 2007, arqueólogos rusos hallaron también los restos del Tsarevich Alexei y de la Gran Princesa María, y en julio pasado la Fiscalía anunció que los análisis de ADN confirmaron su autenticidad. El pasado 01 de octubre el Tribunal Supremo de Rusia decidió rehabilitar a Nicolás II y a su familia, dictaminando que fueron víctimas de la represión política bolchevique.