Alejandro de Orange-Nassau. Nació el 25 de agosto de 1851 en La Haya, Países Bajos. Hijo del Rey Guillermo III de los Países Bajos y de la Princesa Sofía de Württemberg. A diferencia de su hermano Guillermo, el Príncipe Heredero, Alejandro era disciplinado, intelectual y bien leído. Tras la muerte de su hermano, el Príncipe Guillermo el 11 de junio de 1879, se convirtió en Heredero del trono holandés y, como tal, en el Príncipe de Orange. El Príncipe ocupó el cargo de Heredero hasta su propia muerte, a la edad de 32 años, el 21 de junio de 1884 en La Haya, a causa del tifus. Aunque no se casó nunca, se estaban llevando a cabo negociaciones con la Infanta María Ana de Portugal, hija del Rey Miguel I de Portugal y de la Princesa Adelaida de Löwenstein-Wertheim-Rosenberg. Fue sepultado en el panteón real en la Nieuwe Kerk en Delft el 17 de julio de 1884. Tras su muerte, su media hermana, la futura Reina Guillermina, se convirtió en presunta Heredera del trono holandés. Con la muerte de Alejandro, el Gran Ducado de Luxemburgo se convertiría en independiente tras la muerte de Guillermo III, ya que Guillermina no podía heredar el título gran ducal.
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