Copenhague, Dinamarca. El 05 de mayo de 2009, se oyeron veintiún cañonazos desde la fortaleza Sixtus de Copenhague y desde el Castillo Kronborg de Helsingør. Uniformes de gala por las calles y plazas, banderas nacionales en autobuses, tiendas y edificios oficiales. Como es tradición, el sonido de campanas anunciaron el nacimiento de un nuevo Príncipe de Dinamarca, hijo del Príncipe Joaquín, hijo de la Reina Margarita II de Dinamarca, y de su segunda esposa, la francesa Marie Cavallier. A muy primeras horas de la mañana la Casa de Margarita II informó con un comunicado en su página web la «feliz nueva», que tuvo lugar en el Rigshospitalet de Copenhague (Hospital del Reino). El júbilo se desató en el país nórdico, la cerveza corrió a mares y numerosos ciudadanos se apostaron ante la entrada del hospital para ver al padre del recien nacido. Éste apareció muy sonriente y, tras confirmar que la Princesa se encontraba bien, comentó emocionado que su hijo nació a las 04.45 horas , que pesó 3.032 gramos, midió 49 centímetros y que él había cortado el cordón umbilical del bebé. Poco después llegó el Príncipe consorte y padre de Joaquín, Enrique, acompañado por los dos Principitos Nicolás y Felix, hijos de Joaquín con su primera esposa, Alejandra. Séptimo en la sucesión al Trono, el nuevo Príncipe de Dinamarca, es el quinto nieto de la Reina Margarita. Su llegada, que ha resultado bastante más adelantada de lo que se esperaba, pone un feliz broche al enlace de Joaquín y Marie el 24 de mayo de 2008.
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