Guillermina de Orange-Nassau. Nació el 31 de agosto de 1880 en La Haya, Países Bajos. Hija del Rey Guillermo III de los Países Bajos y de su segunda esposa, la Princesa Emma de Waldeck y Pyrmont. Su infancia se caracterizó por una estrecha relación con sus progenitores, especialmente con su padre, que ya tenía 63 años cuando nació. Cuando Guillermina tenía cuatro años, su hermano, el Príncipe Alejandro murió y ella se convirtió en la Heredera al trono. Su padre murió el 23 de noviembre de 1890 y aunque Guillermina se convirtió inmediatamente en Reina de los Países Bajos, fue su madre Emma, quien gobernó como Regente hasta su mayoría de edad. El 07 de febrero de 1901 en La Haya, Países Bajos, la Reina Guillermina se casó con Enrique, Duque de Mecklenburgo-Schwerin. Siempre se dijo que fue un matrimonio de estado y sin amor. De dicho matrimonio nació una hija: la Princesa Juliana. La Reina sentía un profundo desagrado por el Reino Unido, que se había anexado las repúblicas sudafricanas de Transvaal y el Estado Libre de Orange, tras la guerra de los Boers. Precavida y cuidadosa, Guillermina mostró una fuerte voluntad y personalidad a lo largo de su reinado. También disponía de una gran perspicacia empresarial y sus inversiones la convirtieron en una de las mujeres más ricas del mundo. Aunque los Países Bajos permanecieron neutrales durante la Primera Guerra Mundial, las considerables inversiones alemanas en Holanda y los importantes tratados comerciales con Alemania llevaron al Reino Unido a bloquear los puertos holandeses para debilitar la economía alemana. En respuesta el gobierno holandés estrechó sus lazos comerciales con Alemania. Debido a las continuas tensiones entre los Países Bajos y las fuerzas de los Aliados, los holandeses se aferraron a su neutralidad. Durante las décadas de 1920 y 1930 los Países Bajos comenzaron a emerger como potencia industrial. En 1934 muere su esposo, el Príncipe Enrique. Durante este período y sobre todo durante la crisis económica de la década de 1930, el poder personal de Guillermina alcanzó su auge. En 1940 el ejército alemán invadió los Países Bajos y la familia real fue evacuada al Reino Unido y luego a Canadá, desde donde dirigió la resistencia holandesa. En 1945, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la Reina Guillermina tomó la decisión de no volver a su palacio y se trasladó a su mansión en La Haya, donde vivió durante ocho meses y viajó por el país para motivar a sus súbditos, en ocasiones utilizando bicicleta en lugar de automóvil. En 1947, mientras el país seguía recuperándose de los daños sufridos durante la guerra, las revueltas en las colonias holandesas del Sudeste Asiático, provocaron duras críticas contra la Reina y la elite económica. Su pérdida de popularidad y la presión internacional la llevaron a abandonar las colonias y a abdicar poco después. El 04 de septiembre de 1948, después de un reinado de 58 años y 50 días, el más largo de un Monarca holandés, la Reina Guillermina de los Países Bajos abdicó a favor de su hija Juliana. Desde entonces asumió el tratamiento de “Su Alteza Real la Princesa Guillermina de los Países Bajos”. Tras su reinado, la influencia de la Monarquía holandesa comenzó a declinar, aunque su popularidad se mantuvo. Guillermina se retiró al Palacio Het Loo, haciendo pocas apariciones públicas. Guillermina murió a los 82 años el 28 de noviembre de 1962 en Het Loo, Países Bajos y fue sepultada en el panteón familiar en Delft, Países Bajos.
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