Dinastía de Windsor. Londres, Reino Unido. La Reina Isabel II asistió hoy a la misa de acción de gracias en la catedral de San Pablo, en el último día de festejos por el jubileo de diamante, que culminará con una procesión de carruajes antiguos. La Monarca llegó esta mañana al recinto religioso sin su esposo el Príncipe Felipe, quien está hospitalizado desde la víspera debido a una infección en la vejiga. El primer ministro David Cameron, leyó durante la misa un pasaje bíblico, mientras que el arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Church of England, Rowan Williams, habló de la dedicación al "bien de la comunidad" y del sacrificio, en referencia a los sesenta años de servicio de la Reina. A la tarde, la Monarca participó en un desfile del Palacio de Westminster al Palacio de Buckingham, en un State Landau, carruaje de 1902 y que es el mismo que transportó al Príncipe Guillermo y Kate después de su boda en abril de 2011. La prensa británica destacó este martes que ante la ausencia del Príncipe Felipe, quien continúa hospitalizado, su hijo, el Príncipe Carlos y su esposa Camila, la acompañaron en el carruaje real. El Príncipe Enrique y los Duques de Cambridge, Guillermo y Catalina también desfilaron en distintos carruajes antiguos durante el recorrido en el que huno música de banda militar y disparados sesenta cañones en señal de saludo. La procesión pasó por sitios históricos de esta ciudad como el Big Ben, la guardia a caballo (Horse Guards), y la Plaza de Trafalgar. Al término del desfile la familia real británica saludó a las multitudes desde el balcón del Palacio de Buckingham, para después disfrutar de un espectáculo de la Fuerza Armada con aviones de la Segunda Guerra Mundial. Desde anoche, entusiastas y seguidores de la familia real acamparon en las inmediaciones de palacio para no perderse la procesión de carruajes antiguos, la guardia de honor, y la pompa y circunstancia que caracteriza a los eventos de la monarquía británica.
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