Dinastía de los Windsor. Inglaterra, Reino Unido. La Reina Isabel II de Inglaterra sigue celebrando sus 60 años en el trono. Para ello almorzó con representantes de 26 países, entre ellos, los Monarcas de Brunéi, Bahréin, Arabia saudita y Suazilandia. La criticaron por invitar "reyes autoritarios". Quieren que pida disculpas. Los 60 años de Isabel II en el trono del Reino Unido vienen accidentados. Después de que la Reina Sofía de España la dejara plantada y faltara al Jubileo a raíz del conflicto por el Peñón de Gibraltar, la Reina de 86 años pasó un almuerzo gris: fue duramente criticada por la lista de invitados a la comida de hoy. Si bien hubo otros actos por el Jubileo de Diamantes, como llaman al festejo por los 60 años en el trono, recién hoy comenzaron los grandes encuentros y con ellos, las críticas. Vestida con un traje gris claro y rodeada por su esposo el Príncipe de Edimburgo y su nieto Guillermo y Catalina Middleton, la Reina recibió a los representantes de 26 casas reales del mundo. Entre los casi 100 invitados a la comida hoy en el Castillo de Windsor, estaban los Monarcas de Brunéi, Bahréin, Arabia saudita y Suazilandia. Y a los defensores de los derechos humanos su presencia se les atragantó. La mayor concentración de Monarcas reinantes de la última década, desde el Jubileo de Oro de la soberana británica en 2002, recibió críticas por la invitación a los Reyes Hamad bin Jalifa al Zani de Bahréin, Mswati III de Suazilandia, Tupou VI de Tonga, el Príncipe Al Saud de Arabia Saudí, el Sultán Hassanal Bolkiah de Brunei, el Emir de Qatar o el Jeque kuwaití Naser Mohamed al Sabah. La invitación al Rey de Bahréin fue especialmente criticada por el historial de ese régimen en la represión de opositores en la que murieron decenas de personas y también la presencia del Rey de Suazilandia, cuyo séquito de 30 personas lo acompaña en el Savoy, uno de los hoteles más caros de Londres, mientras su pueblo se muere de hambre. El conocido activista británico Peter Tatchell criticó a la Reina por haber invitado a "tiranos reales" y desde el movimiento antimonárquico Republic se reclamó además que Isabel II pida disculpas. "Invitar a estos dictadores empapados en sangre deshonra a la Monarquía y empaña las celebraciones del Jubileo de Diamantes. Es una traición cruel a los activistas pro democracia y a los presos políticos que sufren bajo estos regímenes reales totalitarios", dijo Thatchell. Pero el Palacio de Buckingham no hizo comentarios por considerar el almuerzo como un acto "privado", mientras el Foreign Office precisó que todas las casas reales del mundo fueron invitadas -también de países no democráticos, Reyes polígamos y Monarcas destronados- porque no se trataba de un evento "político". Por otra parte, la Casa Real española fue la única de las Monarquías europeas que no estuvo presente en Windsor debido a que la Reina Sofía se quedó en casa luego de que el Gobierno de Mariano Rajoy le pidiera que no asistiera al festejo. Madrid y Londres atraviesan una tensa situación a raíz del conflicto por Gibraltar que se incrementó luego de que a un grupo de pescadores españoles que trabajan en los alrededores del Peñón les retiraran sus permisos. Y por la visita que el Príncipe Eduardo de Inglaterra realizará a la colonia británica en junio junto a su esposa, Sophie Rhys-Jones, precisamente con motivo de la conmemoración de los 60 años de la Reina Isabel II en el trono. La residencia oficial de la Reina, solo divulgó la lista de 98 invitados al almuerzo (entre ellos 21 Monarcas), donde los hombres llevaron sobrios trajes o túnicas -en el caso de los árabes- y las mujeres vistieron de corto. Sentados en mesas según la duración de su reinado, el Emperador Akihito de Japón, el Rey Alberto II de Bélgica, Carlos Gustavo de Suecia, Abdalá de Jordania, Margarita II de Dinamarca, el Príncipe Alberto II de Mónaco, Harald de Noruega, Beatriz de Holanda y el Gran Duque Enrique de Luxemburgo, acompañados de sus cónyuges, degustaron productos británicos como tartaletas de huevos escalfados con espárragos ingleses, cordero de Windsor con alcauciles y alubias y las frutillas de Kent. En Windsor, la residencia donde pasa los fines de semana a unos 40 km de Londres, Isabel II, con la popularidad por las nubes en este año de celebraciones, presidió este almuerzo entre pares acompañada por su esposo Felipe de Edimburgo, de 90 años, sus hijos Andrés y Eduardo y algunos de sus nietos, además de William y Kate. No estuvieron presentes el Príncipe Carlos y su esposa Camilla, enfrascados en los preparativos de la cena que ofrecerán esta noche en el Palacio de Buckingham a los Monarcas, en la que esta vez no estará el Rey de Bahréin. Sin embargo, un grupo de manifestantes se convocaron para protestar frente a las rejas del palacio contra los "Monarcas dictadores". Isabel II lleva medio año de celebraciones por su llamado Jubileo de Diamantes, que cumplió el pasado 06 de febrero. Ese día de 1952 murió su padre, Jorge VI, pero el grueso de las festividades, las más populares y callejeras, se han dejado para junio. En su largo reinado, el más extenso después del de su bisabuela la Reina Victoria, ha servido como jefa de Estado de 16 naciones, cabeza de la Iglesia de Inglaterra y ha sido testigo de la desaparición de estadistas y personajes como Stalin, Churchill o Lady Di. Todo ello con una salud de hierro que la llevará, el próximo 03 de junio, a encabezar desde un adornado barco una espectacular procesión de mil embarcaciones por el Támesis para celebrar, una vez más, su Jubileo de Diamantes.
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