Alfonso de Braganza. Nació el 24 de agosto de 1643 en Lisboa, Portugal. Hijo del Rey Juan IV de Portugal y de Luisa de Medina-Sidonia. Como no estaba destinado a reinar, no estaba preparado para ello, ya que el heredero de la corona era su hermano mayor, el Príncipe Teodosio. Su formación, como la del resto de sus hermanos, estuvo poco cuidada. Esto se confirma cuando su hermana, Catalina, parte hacia Inglaterra para casarse con el Rey Carlos II sin apenas hablar inglés. Al contrario que sus hermanos, Alfonso pasó su infancia y su juventud en Lisboa en un ambiente de tensión salpicado de preocupaciones políticas, gubernamentales y militares.Con alrededor de 3 años padece una "fiebre maligna" que le afecta al lado derecho del cuerpo. Este hecho repercutirá en su vida en diversos aspectos políticos, familiares e incluso sexuales. Actualmente se sospecha que fue una enfermedad que le afectó al sistema nervioso central, quizás una meningoencefalitis. Su hermano Teodosio fallece el 13 de mayo de 1653 y su hermana Juana el 17 de noviembre de ese mismo año. Alfonso se convierte entonces en el Heredero al trono de Portugal. Su padre, pocos años antes de fallecer decide cederle al Infante Pedro un vasto patrimonio de señoríos, la mayoría usurpados a los nobles contrarios a la Restauración que habían escapado a España. Estos señoríos se extendían a lo largo del territorio portugués. Cuando tenía tres años de edad, fallece su padre el Rey Juan IV y Alfonso se convierte en su sucesor. No obstante su edad no le permitía reinar y, además, se dudaba de su capacidad mental para asumir el reinado. Fue aclamado y entronizado el 15 de noviembre de 1656. El rumor de que padecía una enfermedad mental hizo que se pensara en atrasar la ceremonia pero la Reina se opuso. La regencia de Luisa de Guzmán se centró, inicialmente, en la organización del gobierno para imponerse a las facciones palaciegas. En materia colonial Portugal sufrió la conquista holandesa de Jaffnapatam, la última colonia de Portugal en Sri Lanka en 1658 y, la cesión de Bombay y Tánger a Inglaterra el 23 de junio de 1661, como dote de la hermana de Alfonso, Catalina de Braganza, quien se había casado con el Rey Carlos II de Inglaterra. Mediante la intervención de Inglaterra en 1661, los Países Bajos reconocieron el dominio portugués de Brasil, a cambio del control indiscutible de Sri Lanka. En 1662, el Conde de Castelo-Melhor vio la oportunidad de ganar poder en la corte haciéndose amigo del joven Rey. Por eso, convenció al Monarca que su madre intentaba usurpar el poder y exiliar lejos de Portugal. Como resultado de esta intriga, Alfonso tomó el control del trono y envió a su madre a un convento. Alfonso supervisó las victorias militares sobre los españoles en Ameixial, el 08 de junio de 1663, y Montes Claros, el 17 de junio de 1665, que culminó con el reconocimiento final español de la soberanía de la nueva Dinastía de Portugal, la Casa de Braganza, el 13 de febrero de 1668 en el Tratado de Lisboa. Alfonso se casó con María Francisca de Saboya Nemours, hija del Duque de Saboya en 1666, pero el matrimonio duró poco tiempo. Su esposa consiguió la anulación matrimonial en 1667, concedida por la iglesia ya que se alegó la impotencia del Rey. María Francisca se casó entonces con el hermano de Alfonso, Pedro, el futuro Rey Pedro II. Ese mismo año, Pedro consiguió el apoyo necesario para obligar al Rey a ceder el poder; Pedro se convirtió en Regente. Alfonso fue enviado a la isla Terceira en las Azores por un periodo de siete años. Volvió a Portugal muy poco antes de morir en Sintra, el 12 de septiembre de 1683, a los 40 años de edad.
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