Alfonso de Avis. Nació el 18 de mayo de 1475 en Lisboa, Portugal. Hijo único y heredero del Rey Juan II de Portugal y de Leonor de Viseu, Princesa de Portugal. Su padre estaba muy encariñado con él y nombró la isla más pequeña de Santo Tomé y Príncipe, en honor a su hijo. El abuelo de Alfonso, el Rey Alfonso V de Portugal había tomado partido por Juana la Beltraneja, que era rival por el trono de Castilla en contra de su media tía Isabel de Castilla. Ella nunca fue considerada legítima y, cuando el Rey se estaba muriendo, nadie la tomó como una seria aspirante a la corona. Su media-tía, la futura Reina Isabel I de Castilla, tomó la corona, pero Alfonso V estaba dispuesto a interferir con la sucesión en Castilla. Para ello, en 1475 se casó con su sobrina Juana, la Beltraneja, a quien consideraba la heredera legítima a la corona. Se proclamó a sí mismo Rey de Castilla y León y se preparó para defender los derechos de su esposa. Sin embargo, Fernando e Isabel ganaron la Guerra de Sucesión en 1479 y firmaron un tratado con los portugueses prometiendo su hija mayor, Isabel mayor a Alfonso. En 1490 Alfonso se casó con Isabel, la hija mayor de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. A pesar de que era un matrimonio arreglado, Isabel y Alfonso se enamoraron rápidamente. Por ello Isabel quedó desbastada tras la muerte de su esposo en 1491. Fue enviada de regreso a casa de sus padres por orden de Juan II. Isabel declaró que nunca volvería a casarse, y entraría en un convento. Sus padres ignoraron sus deseos, y en 1497 fue persuadida a casarse con el Rey Manuel I de Portugal, tío de Alfonso y primo de Juan II y su sucesor. Si Juan, el único hijo de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla moría sin heredero varón, como era probable hasta entonces, Alfonso sería heredero no sólo de Portugal sino también de Castilla y Aragón. Esta amenaza sobre la independencia de Castilla y Aragón era muy real y los Reyes Católicos intentaron todos los trucos diplomáticos para disolver el matrimonio. Finalmente, el 13 de julio de 1491, Alfonso murió en circunstancias misteriosas, tras la caída de su caballo durante un paseo en el margen del río Tajo, muriendo en una cabaña de pescadores. La influencia de los Reyes Católicos en este accidente nunca se probó, pero el Príncipe era un excelente jinete, su ayuda de cámara castellano huyó para no ser visto nunca más. Juan intentó sin éxito hasta el final de su vida, legitimar a su hijo natural Jorge, Duque de Coimbra, de diez años de edad. Posteriormente nombró a su primo, el Duque de Beja como su sucesor, el futuro Rey Manuel I de Portugal.
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