Carlos de Habsburgo. Nació el 24 de febrero de 1500 en Ghent, Flanders. Hijo mayor de Felipe el Hermoso y de la Reina Juana I de Castilla. En 1506, Carlos heredó los territorios de Borgoña de su padre, sobre todo en los Países Bajos y el Franco-Condado, la mayoría de los cuales eran feudos del imperio alemán, a excepción de su lugar de nacimiento, Flandes, que seguía siendo un feudo francés. Como Carlos fue el primero en reinar en Castilla-León y Aragón al mismo tiempo por derecho propio, se convirtió en el primer Rey de España. La cultura y la vida cortesana de los Países Bajos borgoñones fue una influencia importante en su vida temprana. Hablaba varias lenguas: francés, flamenco, español, entre otros. En su juventud, hizo frecuentes visitas a París, la ciudad más grande de Europa occidental. Aunque España fue el núcleo de sus posesiones, nunca fue asimilado por completo y, sobre todo en sus primeros años, se sentía visto como un Príncipe extranjero. No podía hablar muy bien el español, ya que no era su lengua materna. Sin embargo, pasó la mayor parte de su vida en España, incluyendo sus últimos años en un monasterio español. Tras la muerte de su abuelo, el Rey de Aragón Fernando II el 23 de enero de 1516, su madre, Juana heredó la Corona de Aragón, que consistía en Aragón, Cataluña, Valencia, Nápoles, Sicilia y Cerdeña; mientras que Carlos se convirtió en Gobernador General. Sin embargo, los flamencos deseaban que Carlos asumiera el título real, y esto fue apoyado por su abuelo el Emperador Maximiliano I y el Papa León X, de esta manera, el 14 de marzo de 1516, fue proclamado Rey de Castilla y de Aragón junto con su madre. Tras la muerte de su abuelo paterno, Maximiliano, en 1519, heredó la monarquía de los Habsburgo. También era el candidato natural de los electores para suceder a su abuelo como Emperador del Sacro Imperio. La decisión unánime de los electores dio la corona a Carlos el 28 de junio de 1519. En 1530, fue coronado Emperador del Sacro Imperio por el papa Clemente VII en Bolonia, el último Emperador en recibir una coronación papal. A partir de ese momento el Reino de Carlos, que fue descrito como "el imperio en el que nunca se pone el sol", se extendió a casi cuatro millones de kilómetros cuadrados en toda Europa, el Lejano Oriente y las Américas. Gran parte del reinado de Carlos estuvo marcado por las guerras de Italia contra el Rey de Francia, Francisco I, y su heredero, el Rey Enrique II. Luego de la reconquista de Milán y el Franco-Condado de Francia en la decisiva victoria de los Habsburgo en la batalla de Pavía en 1525, Francisco formó una alianza con el imperio otomano. Sulimán el Magnífico, conquistó Hungría en 1526 tras derrotar a los cristianos en la batalla de Mohács. Sin embargo, el avance otomano fue detenido luego del infructuoso intento de capturar Viena en 1529. El 10 de marzo de 1526 en Sevilla, Carlos se casó con su prima hermana la Infanta Isabel de Portugal, hija del Rey Manuel I de Portugal y de María de Aragón. De dicho matrimonio nacieron seis hijos: Felipe II de España, único hijo varón en alcanzar la edad adulta; Juan de España; María de España, casada con Maximiliano II, Emperador del Sacro Imperio; Fernando de España; Juana de España, casada con el Infante Juan de Portugal, Heredero al trono de Portugal; y Juan de España. Fue el gobernante más poderoso en oponerse a la Reforma Protestante. Varios Príncipes alemanes abandonaron la Iglesia Católica y formaron la Liga de Esmalcalda para desafiar a la autoridad de Carlos por medio de la fuerza militar. Carlos insistió en la convocatoria del Concilio de Trento, que inició la Contrarreforma. La Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola durante su reinado con el fin de combatir de manera pacífica e intelectual el protestantismo. Sin embargo, el Emperador legalizó el luteranismo en el Sacro Imperio Romano con la Paz de Augsburgo. Carlos también mantuvo su alianza con el Rey Enrique VIII de Inglaterra, a pesar de que éste último se separó de la Iglesia de Roma. En el Nuevo Mundo, el rey supervisó la colonización española de las Américas, incluyendo la conquista tanto del Imperio Azteca y como del Imperio Inca. El éxito comercial del viaje de Magallanes a través del globo, enriqueció temporalmente al Rey y sentó las bases para la conquista del océano pacífico, en particular las Filipinas. Aunque siempre en guerra, Carlos era esencialmente un amante de la paz, y todas sus guerras fueron para defenderse. En 1549, el Emperador publicó una Pragmática Sanción, declarando los Países Bajos como una entidad unificada de la que su familia eran los herederos. Los Países Bajos era lugar importante en el Imperio. Para Carlos V personalmente fue su casa, la región donde nació y pasó su infancia. A causa del comercio y la industria también representaba un importante ingreso para el fisco. Durante el reinado de Carlos, los territorios de la Nueva España se ampliaron considerablemente por conquistadores como Hernán Cortés y Francisco Pizarro, hicieron caer a los aztecas e incas en poco más de una década. Esto le permitió financiar su reinado con los metales preciosos extraídos de las colonias. En 1550, Carlos convocó una conferencia en Valladolid con el fin de considerar la moralidad de la fuerza utilizada contra las poblaciones indígenas del Nuevo Mundo. A Carlos V se le atribuye la primera idea de construir un canal en el istmo de Panamá en 1520. El Emperador sufría de una mandíbula inferior alargada, una deformidad que empeoró en las generaciones posteriores de los Habsburgo. Esta deformidad es consecuencia de muchas uniones matrimoniales consanguíneas, muy común en las familias reales de la época. Sufría de epilepsia y fue afectado seriamente con la gota. A medida que envejecía, su gota lo paralizaba. En su retiro, fue llevado al monasterio de San Yuste en una silla de manos. Una rampa fue construida especialmente para permitir el fácil acceso a sus habitaciones. El 25 de octubre de 1555, Carlos abdicó a su imperio español que consistía en España continental, los Países Bajos, Nápoles, Sicilia, Lombardía y las posesiones de España en las Américas, a su hijo, Felipe. Posteriormente abdicó como Emperador en 1556 a favor de su hermano Fernando, sin embargo, debido a largos debates y trámites burocráticos, la Dieta Imperial no aceptó la renuncia hasta el 24 de febrero de 1558. Hasta esa fecha, Carlos continuó utilizando el título de Emperador. Carlos V murió el 21 de septiembre de 1558 en el monasterio, a los 58 años de edad. Sus restos descansan en el Panteón Real del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
La deformación de la mandíbula se conoce como "prognatismo".
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog. Es muy bueno