Federico de Oldenburg. Nació el 18 de marzo de 1609 en Haderslev, Schleswig. Hijo del Rey Cristian IV de Dinamarca y Catalina Ana de Brandeburgo. Federico sólo se consideró un heredero al trono tras la muerte de su hermano mayor, el Príncipe Cristian en 1647. A la muerte de su padree, Federico concedió una influencia significativa a la nobleza, con el fin de ser elegido Rey. Fue educado en la Academia de Sorø y estudió en los Países Bajos y Francia. Tenía interés en la teología, las ciencias naturales y la historia escandinava. Era un Príncipe reservado y enigmático, que rara vez reía. Carecía de las cualidades impulsivas y joviales de su padre. En contraposición, poseía las virtudes de la moderación y el autocontrol. Fue un entusiasta coleccionista de libros, convirtiéndose su colección en la fundación de la Biblioteca Real de Copenhague. El 01 de octubre de 1643 Federico se casó con Sofía Amalia de Brunswick-Lüneburg, hija de Jorge, Duque de Brunswick-Lüneburg, y de Ana Eleonora de Hesse-Darmstadt. De dicho matrimonio nacieron ocho hijos: Cristian V de Dinamarca; Ana Sofía, casada con Juan José III, Elector de Sajonia; Federica Amalia, casada con el Duque Cristian Alberto de Holstein-Gottorp; Guillermina Ernestina, casada con Carlos II, Elector Palatino; Federico; Jorge, casado con la Reina Ana de Gran Bretaña; Ulrika Eleonora, casada con el Rey Carlos XI de Suecia; y Dorotea. Además, Federico tuvo un hijo ilegítimo con Margarita Pape, Ulrik Federico Gyldenløve. En su juventud, Federico se convirtió en el instrumento de los planes políticos de su padre en el Sacro Imperio Romano Germánico. Se le concedió la administración del Príncipe-Arzobispo de Bremen de 1635 a 1645, el Príncipe-Obispo de Verden de 1623 a 1629 y de 1634 1644, y nombrado coadjutor de la Diócesis de Halberstadt. A la edad de dieciocho años, se convirtió en Comandante en Jefe de la fortaleza Bremian de Stade. Por lo tanto, desde una edad temprana, poseía una considerable experiencia como administrador, al mismo tiempo su educación general fue muy cuidadosa y minuciosa. Durante la guerra de Torstenson (1643-45), Federico perdió el control de sus bienes dentro del imperio. Posteriormente, fue nombrado Comandante de los Ducados de Schleswig-Holstein por su padre. Con la muerte de su hermano mayor Cristian en junio de 1647, Federico vio grandes posibilidades de convertirse en Heredero al trono danés. Sin embargo, este tema estaba sin resolver aún cuando Cristian IV murió el 28 de febrero de 1648. Después de una larga deliberación entre los estados, en el consejo Rigsraadet real, finalmente fue aceptado como el Rey Federico III de Dinamarca. El 06 de julio, Federico recibió el homenaje de sus súbditos, y fue coronado el 23 de noviembre. Sin embargo fue elegido sólo después de haber firmado una carta Haandfæstning. El Haandfæstning incluía disposiciones restringiendo la prerrogativa real ya disminuida, a favor de Rigsraadet, el que obtenía una mayor influencia. En los primeros años de su reinado, Rigsraadet era el centro principal de la política danesa. Sin embargo, Federico ejerció más poder que el permitido, logrando finalmente la eliminación de los dos miembros más influyentes de Rigsraadet de su cargo, sus cuñados Corfitz Ulfeldt y Anibal Sehested, en 1651. El 23 de abril de 1657, el Rey obtuvo el apoyo de la mayoría de Rigsraadet para atacar los dominios alemanes de Suecia. El ejército sueco invadió Copenhague, produciendo un terror generalizado. Durante esta guerra, Federico alcanzó gran popularidad en el público en general, rechazando los consejos de sus consejeros de huir de Copenhague con las memorables palabras "Me moriré en mi nido". Lideró activamente la defensa de la ciudad. Los daneses sólo tenía tres semanas para prepararse para la guerra y la vasta línea defensiva estaba en ruinas. Sin embargo, el gobierno y el pueblo mostraron una energía memorable y ejemplar, bajo la supervisión constante del Rey, la Reina y el alcalde Nansen. Tan fuerte quedó la ciudad en ese momento que el Rey Carlos X, abandonó su idea original de tomar el lugar por asalto, e inició un asedio regular. De este modo, la capital danesa, salvó a la monarquía danesa. La guerra terminó con el Tratado de Copenhague en mayo de 1660, que confirmó la cesión de Scania, Halland y Blekinge del Tratado de Roskilde, mientras Bornholm y partes de Schleswig regresaron a Dinamarca. Pero fue Federico III, quien más se benefició por su enérgica defensa de los intereses comunes del país y de la Dinastía. La tradicional lealtad de las clases medias danesas se transformaron en entusiasmo por la persona del Rey, y por un breve período Federico se vio a si mismo como el hombre más popular de su Reino. Hizo uso de su popularidad para convertir a Dinamarca en una Monarquía absoluta. En 1665 de creó la "Constitución" de la monarquía absoluta danesa. Federico III murió el 09 de febrero de 1670 en el Castillo de Copenhague, a los 60 años de edad. Su cuerpo fue sepultado en la catedral de Roskilde.
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