Dinastía de los Orange. La Haya, Países Bajos. 13 de mayo de 2011. Holanda homenajea estos días a Máxima brindándole exposiciones y documentales por su primera década como Princesa, mientras la clase política cuestionaba que se le concediera el título de Reina una vez que su esposo, el Príncipe Guillermo Alejandro, se convierta en Monarca. Para celebrar los diez primeros años de la popular Máxima en el país, el Palacio Het Loo, antigua propiedad de la familia real, ha recogido en una exposición los momentos más destacados de la vida de la Princesa en Holanda. Inaugurada por la propia Máxima y su suegra, la Reina Beatriz I de Holanda, la muestra expone fotografías de los actos oficiales, los vestidos de calle y de gala de la Princesa, sus zapatos, sombreros y hasta el traje de novia con el que selló su compromiso con el Príncipe Heredero. Luego de casi una semana de su apertura, la exposición ya ha atraído a "más visitantes de los habituales en este museo", según explicó a EFE la portavoz del Palacio Het Loo, Susan te Riet. "La gente pregunta explícitamente por la muestra y en estos días hemos tenido hasta 1.500 visitantes por día, mientras que lo normal son entre 500 y 800 personas", especificó. Y es que Máxima, el miembro más popular de la familia real de Holanda, ha sabido ganar con su espontaneidad latina el corazón de los holandeses, que la vieron llorar la ausencia de sus padres el día de su matrimonio. Los Zorreguieta no acudieron a la boda de su hija, celebrada el 02 de febrero de 2002, porque el Parlamento holandés decidió que ésa era la respuesta más salomónica a las críticas que Máxima recibió por ser hija de un antiguo ministro del régimen de Jorge Rafael Videla en Argentina. Otro homenaje lo ha preparado la televisión pública NOS, que el próximo lunes, coincidiendo con la víspera del 40 cumpleaños de la Princesa, emitirá un documental con entrevistas en las que Máxima, argentina de origen y holandesa de adopción, hablará de estos últimos diez años al lado de su Príncipe, con el que ha tenido tres hijas. Como adelanto, algunos medios holandeses ya han publicado que en el programa en su honor, Máxima reconoce que nunca soñó con ser Princesa y cree que su vida no cambiará cuando su esposo suba al trono. Pero mientras que unos la homenajean, la clase política discutía sobre si se le debía conceder el título de Reina en el futuro o si por lo contrario, como ocurre con los consortes masculinos, no debe de pasar de la categoría de Princesa. La prensa holandesa publicó que los laboristas, los verdes y el partido para los animales -todos en la oposición- son los que han puesto sobre la mesa el debate sobre el futuro título real de Máxima, argumentando que hacerla Reina supone una discriminación positiva a favor de las consortes femeninas. Los partidos en el Gobierno, los democristianos de CDA y los liberales del VVD, eran partidarios de no cambiar las cosas y dejar que las esposas de los Reyes holandeses sigan obteniendo el título de Princesas. Una amplia mayoría del Parlamento holandés ha votado a favor de que la Princesa Máxima lleve el título de Reina cuando su marido, el Príncipe Guillermo acceda al trono.
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