Luis Augusto de Borbón. Nació el 31 de marzo de 1670 en Saint-Germain-en-Laye, Francia. Hijo del Rey Luis XIV de Francia y de Madame de Montespan. Inmediatamente después de su nacimiento, Luis Augusto fue llevado a casa de la viuda Madame Scarron, quien se encargó de su crianza. A él se le unieron posteriormente sus hermanos menores. Su madre, que vivía con el Rey en Versalles, rara vez veía a sus hijos. El 19 de diciembre de 1673, Luis XIV legitimado a sus hijos con Madame de Montespan. En este momento, Luis Augusto recibió el título de Duque de Maine. Unas de las piernas del niño era más corta que la otra. Madame Scarron lo llevó con un famoso curandero en Amberes, Bélgica. La visita fue un fracaso y al año siguiente, hicieron otro viaje sin éxito. Esta vez a las aguas de Bareges, una pequeña ciudad en los Pirineos. En 1674, a la edad de cuatro años, Luis Augusto y sus hermanos fueron presentaron oficialmente a la corte de Versalles. En el mismo año, fue nombrado Coronel General de la Guardia Suiza. También fue nombrado el Grand Maître de Francia, un título más en manos de su hermano, su futuro cuñado, el Duque de Borbón. Luis XIV no ocultó su amor por sus hijo favorito, el Duque de Maine, a quien colmaba de regalos y títulos, y contrataba los mejores tutores para él. En 1680, el Rey hizo oficialmente a su hijo Príncipe de Borbón, confiriéndole un estado de mayor legitimidad en la corte. Además se convirtió en Conde d'Eu, Príncipe de Dombes y Duque de Aumale. También recibió la gobernación de Languedoc y fue condecorado con la Orden del Espíritu Santo. El 19 de mayo de 1692 en Versalles, Francia, Luis Augusto se casó con la Princesa Ana Luisa de Condé, hija del Duque de Enghien y de la Princesa Ana de Baviera. El invitado de honor fue el exiliado Rey Jacobo II de Inglaterra, que había sido invitado a la boda de su hermana con el Duque de Chartres, en febrero de ese mismo año. Madame de Montespan, que había caído en desgracia con el Rey, no asistió a la boda de su hijo. El Duque de Maine recibió 1 millón de libras como regalo de su padre. Por su parte, su novia recibió dinero, vestidos y joyas. El matrimonio resultó ser muy infeliz. Ana Luisa se sentía deshonrada por su matrimonio con un legitimado de Francia y, al ser ambos lisiados (ella sufría discapacidad en el brazo derecho y él en su pierna) eran motivos de burla en la corte. De dicho matrimonio nacieron cinco hijos: Luis Constantino, Príncipe de Dombes; Luis Augusto, Duque de Aumale, Príncipe de Dombes; Luis Carlos, Príncipe de Dombes, Conde de Eu; Carlos, Duque de Aumale; y Luisa Francisca, Mademoiselle du Maine. Ambos padres adoraba a sus hijos. En 1707, Madame de Montespan murió, y el Duque de Maine heredó una gran parte de su fortuna. En julio de 1714, por temor a que su línea directa se extinguiera, Luis XIV elevó a Luis Augusto y a su hermano menor, el Conde de Toulouse, al rango de Príncipes de la Sangre, a fin de que tuvieran derecho al trono de Francia, en caso de que la línea legítima de la Casa de Borbón desapareciera. Esta polémica decisión se tomó porque tres herederos al trono habían muerto en un solo año, dejando sólo un candidato legítimo, el bisnieto del Rey, el Duque de Anjou de cuatro años de edad. Luego del niño, la sucesión era cuestionable. Los dos principales candidatos eran el Rey Felipe V de España, nieto de Luis XIV, que había renunciado a su pretensión a la corona de Francia por un tratado, y Felipe de Orleans, Duque de Orleans, sobrino legítimo de Luis XIV. Al elevar a sus hijos legitimados al rango de Príncipes de Sangre, Luis XIV esperaba seguir su propia línea en el trono francés y al mismo tiempo, evitar una guerra de sucesión con España y una guerra civil en Francia. Sin embargo, la decisión real enfureció a los Príncipes legítimos francés, especialmente al Príncipe de Condé y al Duque de Orleans. En agosto de 1715, la salud del Rey se deterioró drásticamente. El 22 de agosto, no pudo asistir a un desfile de tropas en los jardines de Versalles, y ordenó el Duque de Maine a ocupar su lugar en este evento. Esta exposición pública del Duque "promocionándose" preocupó mucho a su rival, el Duque de Orleans. El 01 de septiembre de 1715, Luis XIV murió. Su última voluntad y testamento dio la Regencia tanto al Duque de Orleans como al Duque de Maine. Sin embargo, al día siguiente, el Duque de Orleans anuló el testamento en el Parlamento de París. Enfadado con las acciones de Orleans, y presionado por su ambiciosa esposa, Luis Augusto se unió a una conspiración con la esperanza de transferir la Regencia al Rey Felipe V de España, que era tío del joven Rey Luis XV. Cuando la conspiración fue descubierta, el Duque de Maine fue detenido y encarcelado en la fortaleza de Doullens, y su esposa exiliada a Dijon. En 1720, la pareja fue indultada por el Consejo de Regencia y se le permitió regresar a la corte. Tras su liberación, Ana Luisa se esforzó por reconciliarse con su marido. Desde entonces llevaron una vida más relajada en el castillo de Sceaux, donde su esposa creó una pequeña corte a la que asistían populares figuras literarias de la época. Fue en Sceaux que el Luis Augusto, Duque de Maine, murió el 14 de mayo de 1736 a los 67 años de edad. Luis XV le permitió a Ana Luisa mantener sus habitaciones en Versalles. La Casa de Borbón-Maine se extinguió tras la muerte de su hijo mayor, el Príncipe de Dombes, en 1775. La gran fortuna de los Maine, fue heredada por su primo, el Duque de Penthievre, el único hijo varón del hermano menor del Duque de Maine, Luis Alejandro de Borbón, Conde de Toulouse.
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