María Amelia de Orleans-Braganza. Nació el 01 de diciembre de 1831 en París, Francia. Hija del Emperador Don Pedro I de Brasil y de la Princesa Amelia de Leuchtenberg. Sus padrinos de bautismo fueron el Rey francés Luis Felipe I de Orleans y su esposa, la Princesa María Amalia de las Dos Sicilias. Nació en Francia debido a que su padre había abdicado a la corona brasileña, viviendo allí sus primeros años. Antes de cumplir un mes de vida, Pedro I partió a Portugal para reclamar la corona en nombre de su hija mayor María II. Con Miguel derrotado y exiliado de Portugal, María Amelia y su familia se estableció en Portugal. Primero residió en el Palacio de Ramalhão, y más tarde, en el Palacio Real de Queluz, cerca de Lisboa. Sin embargo, el conflicto se había cobrado su precio en la salud de su padre, muriendo de tuberculosis. Durante años, el gobierno brasileño se negó a reconocerla como miembro de la Casa Imperial del Brasil. Sólo cuando su medio-hermano mayor, el Emperador Pedro II de Brasil, que había sucedido a Pedro I como un niño, fue declarado mayor de edad en 1840, María Amelia fue reconocida oficialmente como Princesa de Brasil. Sin embargo, nunca viajó a Brasil durante su vida. La viuda nunca se volvería a casar y pasaría sus días supervisando la crianza de su hija. Ambas se instalaron permanentemente en Portugal, a pesar de no formar parte de la familia real portuguesa. Convertida en una mujer atractiva e inteligente, destacaba en piano y pintura. Hablaba portugués, francés y alemán con fluidez. A principios de 1852, la Princesa estaba comprometida con el Archiduque Maximiliano de Austria, hermano del Emperador Francisco José I de Austria. La pareja se enamoró profundamente, pero el matrimonio nunca tuvo lugar debido a su inesperada muerte. En febrero de 1852, la Princesa contrajo escarlatina, de la cual no se recuperó, lo que luego la llevó a contraer tuberculosis. Por tal motivo fue trasladada a la ciudad de Funchal, situada en la isla portuguesa de Madeira, donde se esperaba que la Princesa se recuperara. El esfuerzo fracasó y después de un largo período, donde su salud se deterioró, María Amelia murió el 04 de febrero de 1853. Su cuerpo fue llevado a Portugal y sepultado en el Panteón de los Braganza. Casi 130 años después, sus restos fueron trasladados a Río de Janeiro, Brasil, junto a otros miembros de la familia real brasilera. En honor a María Amelia, su madre financió la construcción de un hospital en Funchal llamada "Princesa Doña María Amelia", que aún funciona. Su novio, en cambio, nunca superó la pérdida. Años más tarde, y ya casado con la Princesa Carlota de Bélgica, Maximiliano hizo un peregrinaje a los lugares vinculados a la Princesa, entre ellos Brasil. Debido a la muerte de su novia y a lo maravillado que se sintió al ver el progreso del Imperio del Brasil, el Archiduque aceptó tiempo después el trono de México. Tres años más tarde fue capturado y ejecutado por los republicanos en México.
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