Federica Dorotea de Hohenzollern. Nació el 24 de mayo de 1770 en el Palacio de St. Johns en Berlín, Prusia. Hija del Príncipe Augusto Fernando de Prusia y de la Margravina Isabel Luisa de Bradenburgo-Schwedt. Su nacimiento fue una decepción para su familia, ya que su hermano mayor, el Príncipe Federico Enrique era el único Heredero al trono su tío, el Rey Federico el Grande. A pesar de esto, su padre se dedicó a ella, prodigándole atención y amor, mientras que su madre le mostró poco afecto. Como sobrina de Federico el Grande, Luisa tuvo varias ofertas de matrimonio. Uno de ellas fue con el Príncipe Max de Baviera, presunto Heredero de Carlos Teodoro, Elector de Baviera. Max quería casarse con ella ese mismo año, pero el padre de Luisa se negó hasta tanto su hija cumpliera dieciocho años, por lo tanto el enlace no se llevó a cabo. Otro posible candidato era el Príncipe Federico, Duque de York y Albany, segundo hijo del Rey Jorge III del Reino Unido, que viajó a Berlín en 1786 para asistir a las maniobras militares, sin embargo el asunto no prosperó. En abril de 1795, el Príncipe Miguel Radziwill y su esposa viajaron a Berlín con su hija Cristina y su hijo Antonio. El 01 de mayo, fueron presentados en la Corte real en el palacio de Bellevue. Los Radzivill eran una familia católica polaca que perteneció a la más antigua y famosa de las Dinastías polacas, y también era una familia muy poderosa y rica. Eran amigos de los padres de Luisa, y con frecuencia comían en su casa. Con el tiempo, Luisa y Antonio sintieron el deseo de casarse. Mientras que muchos de los miembros de su familia estaban a favor de la unión, su madre rechazaba la idea. Sus padres finalmente le dieron su pleno consentimiento a cambio de que la pareja viviera cerca de ellos. Su primo, Federico Guillermo II de Prusia también dio su consentimiento, satisfecho de que la pareja tenía previsto instalarse en Berlín. El 17 de marzo de 1796 en Berlín, Prusia, Luisa se casó con el Príncipe Antonio Radziwill. Aunque su familia poseía riqueza y status, el matrimonio se consideró desigual. La pareja tuvo seis hijos: Guillermo Pablo Radziwill, General prusiano; Fernando Federico Radziwill; Boguslaw Federico Radziwill, Oficial prusiano, casado con Leontina et Aldringen; Wladyslaw Radziwill; Elisa Federica Radziwill, casada con el Príncipe Federico de Schwarzenberg; y Wanda Augusta Radziwill, casada con Constantino Czartoryski. La creciente familia fijó su residencia en el Palacio Radziwill en Berlín. Luisa era una mujer feliz, y los banquetes que la familia ofrecía, se dice que es más entretenidos que cualquier cosa realizada en la Corte prusiana. Luisa y su esposo eran populares por su patrocinio a la música, así como su posición prominente en la sociedad berlinesa. Luisa fue también conocida por ser la madre de Elisabeth Radziwill, el amor de la infancia del futuro Emperador alemán Guillermo I, cuyo fuerte deseo de casarse con ella se vio frustrado por cuestiones de desigualdad de nacimiento. Luisa, al igual que muchas otras damas de alto rango de la época, visitó hospitales, asistió a los soldados durante las guerras napoleónicas, etc. En 1815, el marido de Luisa fue nombrado Duque-Gobernador del Gran Ducado de Posen, donde se trasladó con su familia. Luisa participó en diversas causas sociales. El gobierno de Antonio duró poco tiempo y el Gran Ducado fue abolido. Antonio regresó a su palacio en Berlín, donde murió el 07 de abril de 1833. Fue enterrado en la catedral de Poznan. Sus hijos y su esposa se germanizaron y nunca volvió a Poznań, sin embargo, como propietarios de la mansión Nieborów cerca de Varsovia y grandes propiedades de la familia en la actual Bielorrusia, realizaron varias visitas a dichos lugares. La Princesa Luisa de Prusia murió tres años después que su marido, el 07 de diciembre de 1836 en Berlín, Prusia, a los 66 años de edad. Los hijos varones de Luisa fueron criados como católicos, mientras que sus hijas se criaron bajo la fe luterana. Los niños pasaron mucho tiempo junto a sus primos Hohenzollern, ya que tenían edades similares. Su hijo mayor se convirtió en el compañero de juegos del Príncipe Guillermo, futuro Emperador de Alemania. Guillermo se enamoró de Elisa, hija de Luisa, y deseaba casarse con ella. Para aumentar su rango, se vio la posibilidad de ser adoptada por el Emperador Alejandro I de Rusia o por el Príncipe Augusto de Prusia, ambos sin hijos. Sin embargo la idea no prosperó a causa de que no todas las partes involucradas estuvieron de acuerdo. Los historiadores de la Corte prusiana intentaron investigar su ascendencia con la esperanza de descubrir su relación con los Reyes polacos, lo cual dio como resultado que tenía sangre real polaca. Sin embargo, Elisa no se consideró lo suficientemente real, ya que su padre no era un Príncipe reinante. Así, en junio de 1826, el padre de Guillermo se vio obligado a exigir la renuncia a un potencial matrimonio con Elisa. Guillermo pasó los próximos meses en busca de una novia más adecuada, pero no renunció a sus vínculos emocionales con Elisa. Guillermo vio a su prima Elisa por última vez en 1829.
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