Dinastía de los Romanov. Moscú, Rusia. 26 de agosto de 2010. Un tribunal de la región de Moscú ordenó este jueves la reapertura de la investigación por la muerte del Zar Nicolás II Alexandrovich y de su familia, al entender que la responsabilidad por estos crímenes va más allá de individuos particulares. Las pesquisas llevadas a cabo previamente por una unidad de la Fiscalía General habían derivado en el cierre del caso después de determinar que había pasado demasiado tiempo desde los crímenes--registrados en 1918--, y los responsables estarían ya muertos. Sin embargo, la Corte de Basmani pide la revisión aludiendo a una resolución del Tribunal Supremo en la que se culpa al Estado de los asesinatos, lo cual convertiría en irrelevante el dato de las personas concretas que los cometieron. Para el abogado que representa a la Heredera de la Dinastía de los Romanov, Germán Lukianov, hoy se ha dado "un paso importante en la búsqueda de la verdad". "El pueblo ruso tiene derecho a saber lo que pasó", indicó Lukianov, que representa a la Gran Duquesa María Vladimirovna, de Iure Emperatriz de Todas las Rusias. Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos fueron asesinados por un escuadrón bolchevique la noche del 16 al 17 de julio en Ekaterimburgo. En 2008, el Tribunal Supremo reconoció a la familia como víctima de la represión de las fuerzas de Lenin. En el año 1991, las autoridades exhumaron los supuestos cadáveres de la familia Romanov, para después enterrarlos, en 1998, en la cripta imperial de la catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo. Sin embargo, la Iglesia Ortodoxa y los descendientes del Zar alegan que no se ha comprobado a ciencia cierta que los restos correspondan a la familia ejecutada.
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