Nicolás Nicolaevich Romanov. Nació el 08 de agosto de 1831 en Tsarskoe Selo, Rusia. Sexto hijo y tercer varón del Emperador Nicolás I Pavlovich de Rusia y de la Princesa Carlota de Prusia, llamada Alejandra Feodorovna. Sus padres fueron muy cariñosos con cada uno de sus hijos, a los que dieron una excelente educación. El Zar preparó a Nicolás para una carrera en el ejército. Fue nombrado el mismo día de su nacimiento Coronel honorario de la Guardia de Lanceros y lo alistó en la guardia de zapadores. A los veinte años, durante la Guerra de Crimea, entró en el servicio activo como un soldado más, tomando parte en la batalla de Inkerman (1854). El Gran Príncipe Nicolás Nicolaevich mostró un especial interés en la ingeniería militar. En 1856, fue nombrado Inspector general de ingenieros y en 1864, se convirtió en Comandante de la Guardia Imperial. En 1873, acompañó a su hermano, Alejandro II, a Berlín a la reunión de los tres Emperadores: de Rusia, Alemania y Austria. La cima de su carrera fue la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, cuando fue nombrado Comandante en Jefe de los ejércitos rusos del Danubio, a pesar de que su reputación como estratega era muy mala. Tras la expulsión de las tropas rusas de Rumelia y los ataques fallidos a la ciudad de Pleven, Nicolás fue apartado del mando, aunque en teoría se mantuvo en su puesto. La victoria de sus subordinados le permitió participar en el éxito en Adrianópolis y en el tratado de San Stefano; pero después de que terminase la guerra, fue criticado por no apoderarse de Constantinopla. El Gran Príncipe también sufrió la gran vergüenza de ser acusado de irregularidades financieras, de recibir sobornos y malversación de dinero del gobierno. Pese a esta situación, su hermano el Zar promueve a Nicolás y lo nombra Comandante de la región militar de San Petersburgo. Finalmente recibió el rango de Mariscal General de Campo, de Inspector General de Caballería y de Inspector General de las fuerzas de ingenieros. Nicolás Nicolaevich no solo fue una figura militar influyente, sino que también sirvió en el Consejo de Estado. Alto, fuerte y con una larga y delgada nariz, Nicolás no era ni muy guapo ni inteligente. Era un increíble mujeriego, "amaba a todas las mujeres, excepto a su esposa", como escribió un contemporáneo. Disfrutaba de la vida del ejército, de la caza y era un conocido gourmet. También era un experto en ganado bovino, perros de pura sangre, caballos de cría y la pesca. En su lujosa residencia de San Petersburgo, el palacio Nicolaevski, construido entre 1853 y 1861, los caballos eran uno de sus temas favoritos de conversación. El Gran Príncipe tomó gran interés en la gestión de sus fincas, pero no era capaz de inspirar afecto, incluso entre los más cercanos a él. Nicolás Nicolaevich se casó de mala gana con su prima segunda, la Gran Princesa Alejandra Petrovna, antes Princesa de Oldenburgo, el 06 de febrero de 1856 en San Petersburgo, Rusia. Alejandra era muy sencilla y al poco la pareja se dio cuenta de que había poco en común. De dicho matrimonio nacieron dos hijos: Nicolás y Pedro. El matrimonio tuvo problemas desde el principio y cuatro años más tarde, Nicolás comenzó una relación permanente con Catalina Chislova, una bailarina del Teatro Krasnoie Selo. Con su amante, Nicolás tuvo cinco hijos: Olga, Vladimir, Catalina, Nicolás y Galina. El Gran Príncipe otorgó una rango de aristócrata a su amante y los hijos ilegítimos de la pareja tomaron el apellido Nikolayev. Alejandro II hizo caso omiso de la relación de su hermano, pero le aconsejó ser discreto. Nicolás estaba en Cannes, Francia, con sus dos hijos cuando su hermano Alejandro II fue asesinado, volviendo inmediatamente a Rusia en marzo de 1881. La ascensión al trono ruso de su sobrino, Alejandro III, marcó el comienzo de la disminución de responsabilidades ejercidas por el Gran Príncipe. Alejandro III no sentía simpatía alguna por su tío y éste fue apartado de todos los asuntos privados del imperio. Su autoridad disminuyó aún más cuando fue involucrado en unos pedidos fraudulentos del ejército. Cuando Nicolás trató de explicar sus acciones en la Nouvelle Revue de París, atacó a los funcionarios del gobierno y a los comandantes militares y, finalmente, fue apartado de su cargo. Alejandro III también criticó a su tío sus relaciones extramatrimoniales. Para entonces, Nicolás vivía abiertamente con su amante. Su esposa lo abandonó en 1881 y se trasladó a Kiev, Ucrania, pero la Gran Princesa se negó a concederle el divorcio que él tanto deseaba. Sus hijos tomaron parte por su madre, pero continuaron viviendo en el palacio. Catalina Chislova quería a Nicolás sólo para ella y para sus hijos. La pareja pronto cayó en la ruina y debieron hipotecar su palacio de San Petersburgo. En 1882, Nicolás fue puesto bajo tutela debido a la dilapidación de su fortuna, viviendo como un caballero en una modesta casa. El Gran Príncipe Nicolás, incapaz de conseguir el divorcio, tenía la esperanza de sobrevivir a su esposa y casarse con su entonces amante, pero fue Catalina Chislova quien murió inesperadamente en Crimea, mientras que la Gran Princesa Alejandra Petrovna lo sobrevivió nueve años. Poco después de la muerte de su amante, Nicolás enloqueció; enfermó de un cáncer en la boca que se extendió a su cerebro. Durante una demostración de ballet, el Gran Príncipe llegó a atacar a un joven bailarín creyendo que era una mujer. En 1890, Nicolás fue declarado demente y se le encerró en Crimea. Murió en Alupka, un año después, el 25 de abril de 1890. La reputación del Gran Príncipe en la Corte imperial era mala y su muerte no fue muy sentida. Había dilapidado toda su enorme riqueza y su palacio fue vendido inmediatamente para cancelar sus inmensas deudas.
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