Irene de Orange-Nassau. Nació el 05 de agosto de 1939 en el Palacio de Soestdijk, Países Bajos. Segunda hija de la Reina Juliana I de los Países Bajos y del Príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld. Debido a la invasión de los Países Bajos por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, la familia real holandesa decidió vivir en el exilio en Canadá, donde Irene asistió a la Rockcliffe Park Public School, en Ottawa. De adolescente, era llamada por la prensa holandesa como "la Princesa glamorosa de los Países Bajos." La Princesa estudió en la Universidad de Utrecht, Países Bajos, y posteriormente viajó a Madrid, España, para aprender el idioma español. Allí conoció a Carlos Hugo de Borbón-Parma, hijo mayor del pretendiente carlista al trono de España, Javier de Borbón-Parma. En el verano de 1963, Irene secretamente se convirtió a la fe católica y corrieron rumores de que se casaría con el Príncipe Hugo. Rápidamente surgieron protestas por parte de los protestantes holandeses, generando una crisis constitucional. Aunque se trataba de una tradición y no de una ley que prohibía a un católico reinar en los Países Bajos, Irene era segunda en el orden de sucesión al trono. Además la Princesa vivía en la España del Dictador Franco, militar apoyado en su momento por la Alemania nazi que había invadido el Reino. La Reina Juliana intentó cancelar el matrimonio, mediante un emisario que trataría de convencer a Irene de abandonar dicha idea. Sin embargo la Princesa no aceptó la orden de su madre. Se presumía que Irene era utilizada por el General Francisco Franco para que con su casamiento obtener el mejor beneficio para su causa. A principios de 1964 la Princesa regresó a los Países Bajos en compañía de Carlos Hugo, donde de inmediato se reunieron con la Reina, el Primer Ministro y tres ministros del gabinete. En un intento por ganar el aprecio del pueblo Irene declaró públicamente que su matrimonio tenía como objeto terminar la intolerancia religiosa. Esto causó una división en la opinión pública, ya que menos del 40% del país profesaba la fe católica. En las semanas siguientes, la situación se deterioró aún más cuando el Papa Pablo VI concedió una audiencia solicitada por la pareja en Roma, Italia. La Reina al principio negó que esa reunión hubiera existido, pero posteriormente se comprobó. Ningún miembro de la familia real holandesa ni ningún representante diplomático holandés asistió a la boda de Princesa Irene de los Países Bajos y del Príncipe Carlos Hugo de Borbón-Parma en la Basílica de Santa Maria Maggiore en Roma, Italia, el 29 de abril de 1964. Debido a que no había podido obtener la aprobación de los Estados Generales para casarse, Irene perdió su derecho de sucesión al trono holandés. Y se acordó que viviría fuera del Reino de los Países Bajos. Tras la boda, Irene se dedicó a apoyar la causa de su marido respecto de sus derechos al trono español, pero con el tiempo se alejó de la política y pasó a formar parte del jet-set internacional. El Príncipe Carlos Hugo, Jefe de la Casa Real de Borbón-Parma, se convirtió en un ciudadano español naturalizado en 1979. La pareja tuvo cuatro hijos: el Príncipe Carlos, la Princesa Margarita, el Príncipe Jaime y la Princesa María. El matrimonio finalizó en divorcio en 1981. Tras el divorcio, la Princesa Irene regresó a vivir a los Países Bajos con sus hijos y se involucró en diversos talleres de desarrollo personal, tratando de "encontrarse a sí misma". Su conexión con la naturaleza, la llevó a publicar en 1995 su libro “Diálogo con la naturaleza”. En 1999, la Princesa Irene compró una granja cerca de Nieu Bethesda-en el sur de África, convirtiéndolo en un santuario. En 2001, ella ayudó a establecer la Natuur College en los Países Bajos. La Princesa es un miembro de honor del Club de Budapest.
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