Guillermo de Orange-Nassau. Nació el 06 de diciembre de 1792 en La Haya, Países Bajos. Rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo. Hijo del Rey Guillermo I de los Países Bajos y de la Princesa Guillermina. De Prusia. Cuando Guillermo tenía tres años, él y la familia de los Orange-Nassau huyeron a Inglaterra tras el avance de las tropas revolucionarias francesas, que se unieron a los patriotas holandeses anti-orangistas. Guillermo pasó su juventud en el exilio, en Berlín, Alemania, y en la Corte de Prusia. Allí comenzó su educación militar y sirvió en el ejército prusiano. Posteriormente estudió en la Universidad de Oxford. Continuo su educación militar en el ejército británico y en 1811, como ayudante de campo participó en varias campañas en la península ibérica contra los ejércitos de Napoleón. Regresó a los Países Bajos en 1813, cuando su padre se convirtió nuevamente en el Príncipe Soberano. En 1815 Guillermo se convirtió en Príncipe coronado y se unió al ejército de su país cuando Napoleón Bonaparte escapó de su confinamiento en la isla de Elba. Luchó como comandante de las tropas belgas y holandesas en la Batalla de Quatre Bras y en la batalla de Waterloo, donde resultó herido. Mostró gran valor y energía personal, pero con frecuencia su juicio militar fue desastroso, y sus estrategias ocasionaron muchas bajas innecesarias. Le faltaba experiencia pero no era un mal líder. En 1814 Guillermo estuvo prometido brevemente con la Princesa Carlota de Inglaterra. El acuerdo matrimonial fue preparado por el padre de la novia, pero se rompió porque Carlota se negó personalmente a casarse con Guillermo. El 21 de febrero de 1816 en San Petersburgo, Rusia, el Príncipe Guillermo se casó con la Gran Duquesa Ana Pavlovna de Rusia, hermana menor del Emperador Alejandro I de Rusia, que preparó el matrimonio para consolidar las buenas relaciones entre Rusia y los Países Bajos tras la caída de Napoleón. De dicho matrimonio nacieron cinco hijos: Guillermo, Heredero al Trono, Alejandro, Enrique, Ernesto y Sofía. El Príncipe Guillermo disfrutaba de gran popularidad tanto en Bélgica, como en los Países Bajos, debido a su afabilidad y su moderación, y en 1830, con el estallido de la Revolución belga, realizó un gran esfuerzo diplomático por alcanzar un acuerdo entre las facciones enfrentadas, ofreciendo autonomía administrativa a las provincias del sur de los Países Bajos, manteniendo la soberanía de la Casa de Orange-Nassau. Sin embargo, sus esfuerzos fueron entorpecidos por la actitud de su padre, el Rey Guillermo I de los Países Bajos, que rechazó los términos del acuerdo, lo que también generó tensiones entre padre e hijo. La diplomacia europea terminó reconociendo la secesión de Bélgica del Reino de los Países Bajos y establecieron a Leopoldo I como el primer Rey de Bélgica. Finalmente Bélgica y los Países Bajos alcanzaron la paz en 1839. El 07 de octubre de 1840, tras la abdicación de su padre, el Príncipe accedió al trono como Guillermo II de los Países Bajos. En contraste con el carácter conservador y reacio a las reformas de su padre, el nuevo Monarca intervino menos en la política nacional. La agitación popular crecía demandando mayores reformas constitucionales y una ampliación electoral. Aunque personalmente su ideología tendía hacia el conservadurismo, ante las demandas populares actuó con sentido y moderación, realizando algunas concesiones. En 1848 estallaron varios movimientos revolucionarios por toda Europa. En París, la Dinastía de los Borbón-Orleáns fue derrocada. Guillermo II temió que estallara la revolución en Amsterdam. Una mañana se despertó y dijo: “He cambiado de conservador a liberal en una noche.” Dio órdenes para crear una nueva constitución que reformara el Senado y el Parlamento. Guillermo II juró el primer gobierno parlamentario holandés unos pocos meses antes de su repentina muerte en Tilburgo, Países Bajos, el 17 de marzo de 1849.
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