domingo, 9 de diciembre de 2007

LA HEMOFILIA EN LAS CASAS REALES DE EUROPA



La Casas Reales de Europa durante siglos mantuvieron la costumbre de casar a sus miembros con los de otras Casas Reales. De modo que una enfermedad padecida por una persona, podía extenderse, a través de los genes, a miembros de otras Cortes de Europa. Este es el caso de la hemofilia. La hemofilia es una enfermedad que consiste en que, quien la padece, no puede coagular su sangre tan rápidamente como una persona normal, por lo que un simple corte podría provocar un sangrado que lo llevara a la muerte. En general son las mujeres las que la portan y transmiten, y los hombres los que la sufren.
La Reina Victoria I de Inglaterra, fue el miembro más famoso de la realeza europea en ser portadora de la enfermedad, y si bien ella no la sufrió, si parte de su descendencia. De los nueve hijos que tuvo, uno de los varones resultó hemofílico y dos de las hijas portadoras: los Príncipes de Inglaterra Leopoldo, Alicia y Beatriz. Siete de los nietos de la Reina heredaron este defecto genético; los tres que eran varones murieron y las cuatro mujeres propagaron la enfermedad a sus descendientes: los Príncipes de Hesse Federico, Irene y Alix; la Princesa Alicia de Inglaterra y, los Príncipes Leopoldo, Mauricio y Victoria Eugenia de Bettenberg.
La Princesa Irene de Hesse, se casó en el Príncipe Enrique de Prusia, y dos de sus tres hijos varones padecieron la enfermedad.
La Princesa Alix de Hesse, se casó con el Zar Nicolás II de Rusia, sus cuatro hijas mujeres nacieron sanas, pero su hijo Alexei padeció la enfermedad.
La Princesa Alicia de Inglaterra se casó con el Príncipe Alejandro de Teck, y su único hijo varón, Ruperto padeció la enfermedad.
La Princesa Victoria Eugenia de Battenberg, se casó con el Rey Alfonso XIII de España, de sus cinco hijos varones y dos mujeres, dos varones padecieron la enfermedad.
De esta manera, no sólo la enfermedad afectó a la Monarquía de Inglaterra, sino también a las de Rusia, Prusia y España.

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